La Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) adoptó este miércoles (05.06.2024) una resolución crítica con Irán en la que le exige más cooperación para determinar los orígenes de trazas de uranio en instalaciones no declaradas en su programa nuclear, mientras produce combustible nuclear a niveles cercanos al uso militar.
Irán está enriqueciendo y acumulando cantidades significativas de uranio enriquecido con una pureza del 60 por ciento, cercano ya al nivel necesario del 90 por ciento para fabricar armas atómicas. Además, restringe desde hace meses el acceso de algunos de los inspectores del OIEA más experimentados, lo que está mermando la capacidad de esta agencia de la ONU para verificar que su programa nuclear es exclusivamente pacífico.
Ante esta situación, el Reino Unido, Francia y Alemania presentaron esta semana una resolución que denuncia la falta de cooperación de Irán y que expresa su preocupación sobre los avances de su programa nuclear. Veinte de los 35 países de la Junta, el órgano ejecutivo del OIEA, apoyaron el texto, mientras que Rusia y China, los dos principales aliados de Irán, votaron en contra, al igual que otros doce estados. Paraguay se ausentó de la votación.
Decisión «precipitada e insensata”
La última resolución adoptada por la Junta en contra de las actividades de Irán obtuvo en noviembre de 2022 el respaldo de 26 países. Entonces, Irán reaccionó con nuevas restricciones para los inspectores del OIEA. Ante la posibilidad de una escalada, Estados Unidos se había mostrado inicialmente cauteloso frente a la resolución presentada por los tres países europeos, conocidos como «E3». Sin embargo, Washington acabó votando hoy a favor del texto europeo.
El texto, que busca aumentar la presión sobre Irán, no tiene consecuencias inmediatas, pero podría ser el preludio de llevar la cuestión al Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene capacidad para imponer sanciones. Los E3, en tanto, denunciaron avances nucleares «sin precedentes para un Estado no dotado de armas atómicas», evocando una situación «alarmante».
La misión de Irán ante Naciones Unidas criticó que la decisión se había tomado de manera «precipitada e insensata» y dijo que tendría «un efecto destructivo en el proceso de interacción diplomática y cooperación constructiva». En tanto, el ministro de Exteriores de Irán en funciones, Ali Bagheri Kani, criticó en Teherán el texto como «no constructivo» y advirtió que socavará el carácter técnico del OIEA al someterse, opinó, a la influencia política de algunos Estados miembros.