Sheinbaum hace pública la carta que envió a Google sobre el cambio de nombre al Golfo de México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo pública una carta enviada al director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, en la que se solicita la modificación del nombre “Golfo de México” a “Golfo de América” en la plataforma Google Maps. Sheinbaum destacó la relevancia de Google Maps a nivel global y su influencia sobre la percepción internacional, subrayando que la modificación en la nomenclatura podría generar confusión sobre una zona geográfica de gran importancia histórica.
La histórica denominación del Golfo de México
En la carta dirigida a Pichai, Sheinbaum argumentó que el nombre “Golfo de México” tiene un origen histórico bien documentado, que data desde principios del siglo XVII, y que ha sido utilizado en mapas internacionales durante siglos. La presidenta resaltó que esta denominación no solo es reconocida en México, sino también en otras partes del mundo, especialmente en la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, que han utilizado el término desde su independencia en 1776.
El gobierno de México, a través de esta misiva, manifestó su preocupación por el cambio de nombre y remarcó que la denominación no es una imposición de un único gobierno. En cambio, se trata de un término ampliamente aceptado a nivel internacional. Sheinbaum enfatizó que, en lugar de ser un mandato oficial de un solo país, “Golfo de México” es una costumbre adoptada globalmente y reconocida por varias entidades internacionales, incluida la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), en la que tanto México como Estados Unidos son miembros.
La influencia de Google en el reconocimiento internacional
Claudia Sheinbaum subrayó en su carta que Google, al ser una plataforma de referencia a nivel mundial, tiene un impacto significativo sobre cómo las personas perciben ciertos conceptos, incluidos los nombres geográficos. Si un cambio tan relevante como la modificación del nombre del Golfo de México se implementa en un servicio tan utilizado, el efecto podría ser considerable, provocando que se difunda una visión distorsionada de la realidad histórica y geográfica.
En su intervención durante la conferencia matutina “La Mañanera”, Sheinbaum mencionó que la modificación sugerida por Google contrasta con las normas históricas y legales que respaldan la denominación tradicional del Golfo de México. Explicó que este nombre está registrado legalmente y tiene un soporte en los tratados bilaterales existentes entre México y Estados Unidos.
Normas internacionales sobre la explotación de recursos en el Golfo de México
La carta también hace referencia al régimen internacional de zonas marinas establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada en 1982 y ratificada por más de 160 países, incluidos México y Estados Unidos. En este contexto, Sheinbaum destacó que las normas internacionales sobre la explotación de recursos naturales, como los hidrocarburos, deben respetar las fronteras marítimas definidas por cada país. Específicamente, recalcó que tanto México como Estados Unidos tienen acuerdos que regulan el uso de recursos en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE), y que cualquier alteración en la nomenclatura del golfo podría complicar aún más la comprensión de estos acuerdos.
El Golfo de México se extiende sobre una vasta área de aproximadamente 1.5 millones de kilómetros cuadrados. De esta superficie, el 60% corresponde a Estados Unidos, el 33% a México y el 7% a Cuba. Aunque la mayor parte del golfo pertenece a Estados Unidos, México ejerce plena soberanía sobre una parte importante de la región a través de su Zona Económica Exclusiva, que cubre alrededor de 575,000 km². Esta área incluye la Sonda de Campeche, una de las principales zonas productoras de petróleo del país.
Importancia de las zonas costeras y la soberanía de los países
El Golfo de México también es de gran relevancia en términos de las fronteras marítimas de los países que lo comparten. México tiene una extensión litoral considerable en el golfo, alcanzando los 3,294 km, lo que abarca varios de sus estados costeros, como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Por otro lado, Estados Unidos tiene un litoral más corto en comparación, de aproximadamente 2,626 km, que incluye los estados de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida.
El manejo de estos litorales y sus respectivos recursos naturales es un tema de gran importancia para ambos países. Los acuerdos bilaterales que rigen la cooperación en la zona tienen un impacto directo en actividades como la explotación pesquera, la exploración petrolera y la protección del medio ambiente marino. En este contexto, el nombre del golfo sigue siendo una pieza clave para la correcta interpretación de estos acuerdos.
Las implicaciones de cambiar el nombre del Golfo de México
Sheinbaum también explicó que, al modificar el nombre del Golfo de México, Google estaría enviando un mensaje erróneo a la comunidad internacional. La presidente reiteró que el nombre tradicional y ampliamente reconocido de “Golfo de México” debe prevalecer, ya que su alteración podría generar problemas en las negociaciones y acuerdos internacionales en los que México participa activamente. Además, el cambio podría generar confusión en el público general, que depende de plataformas como Google Maps para entender la geografía global.
Respuesta internacional y la perspectiva de México
A lo largo de la carta, la mandataria mexicana destacó la importancia de mantener la integridad histórica y jurídica de los nombres geográficos. En cuanto a las respuestas internacionales, Sheinbaum confía en que Google reconsiderará la modificación de la denominación, dado el peso de la historia y la relevancia de la zona geográfica en cuestión.
Con la intersección entre el derecho internacional, los tratados bilaterales y las decisiones tecnológicas de grandes plataformas globales, el caso del cambio de nombre del Golfo de México ha abierto un debate importante sobre cómo las tecnologías pueden influir en las percepciones del mundo real.