Ganó el amor en Oaxaca. Un sacerdote de 67 años dejó la sotana para casarse con una migrante hondureña, de 48 años. Su romance surgió en el albergue de migrantes «Hermanos en el Camino».
El sacerdote Armando Barrón, de 67 años, abandonó su vocación religiosa para contraer matrimonio con Venildia Abidail López González, una migrante hondureña de 48 años.
Venildia, como muchos migrantes, llegó a México con el sueño de alcanzar Estados Unidos y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ella.
La mujer migrante encontró refugio en el albergue de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, bajo la dirección del defensor de derechos humanos y sacerdote Alejandro Solalinde Guerra. Fue aquí donde conoció al sacerdote Armando Barrón, con quien rápidamente desarrolló una profunda amistad.
Después de dos meses de amistad, en octubre de 2023, Armando Barrón tomó la decisión que cambiaría su vida para siempre: colgar la sotana y seguir el llamado de su corazón.
La relación entre ambos se formalizó, y el sacerdote comenzó el proceso de abandonar la iglesia, un trámite que en tiempos pasados podía extenderse por años, pero que gracias a las reformas del Papa Benedicto XVI al Código del Derecho Canónico, pudo realizarse con mayor agilidad.
El 26 de agosto de 2024, la pareja decidió dar el siguiente paso y se casó ante la oficial del registro civil Elizabeth Gurrión Matías. La ceremonia, aunque íntima, estuvo cargada de emociones. Alejandro Solalinde Guerra, quien fue testigo del enlace, apoyó la decisión de su colega y firmó el acta matrimonial.
Después de la ceremonia, la pareja regresó al albergue «Hermanos en el Camino» para celebrar su unión junto a los amigos y migrantes que los acompañaron en su viaje hacia una nueva vida.