La congelación de fondos federales por parte de la Administración de Donald Trump para la conservación del río Colorado pone en peligro la supervivencia de este afluente vital, afectado por las sequías, y amenaza los acuerdos sobre la distribución del agua entre los estados del suroeste de EE.UU. y México. Este recorte impacta gravemente a una región que depende del río para el suministro de agua y energía, además de afectar la agricultura y las tribus indígenas de la zona.
La situación del río Colorado y la congelación de fondos federales
El río Colorado, que fluye a través de siete estados de EE.UU. y hacia México, es una fuente crucial para la vida de más de 40 millones de personas. El flujo de agua se ha visto severamente reducido en los últimos años debido a la combinación de la sobreexplotación, el cambio climático y la sequía persistente. Las autoridades estadounidenses habían aprobado 4 mil millones de dólares en fondos para la conservación del río, sin embargo, estos fondos fueron congelados bajo la administración de Trump, lo que genera incertidumbre para las futuras generaciones.
Sandy Bahr, directora del Sierra Club del Departamento del Gran Cañón en Arizona, señaló que esta decisión de la Administración Trump podría ser devastadora. En una declaración a EFE, Bahr expresó que la congelación de los fondos ha desatado «un verdadero caos», señalando que los esfuerzos de conservación del río, que ya estaban bajo presión por la sequía, se verán significativamente perjudicados.
Consecuencias de la congelación de fondos para la conservación
La congelación de fondos federales tiene un impacto directo en varios programas de conservación del río Colorado. Uno de los proyectos más afectados es el Programa de Eficiencia y Conservación del Sistema de la Parte Baja del Río Colorado, que ha sido clave para el manejo del agua en la región. Este programa ha permitido la adición de agua al lago Mead, el embalse más grande de EE.UU. en términos de capacidad, incrementando su nivel y ayudando a evitar una crisis aún mayor.
En los dos últimos años, el programa inyectó aproximadamente 1.2 millones de metros cúbicos de agua al lago Mead, lo que aumentó su nivel en alrededor de 2.7 metros. Sin este tipo de iniciativas, el nivel de agua en el lago podría reducirse considerablemente, lo que afectaría a millones de personas en Nevada, Arizona, California y México.
El impacto en los acuerdos de distribución de agua
La congelación de los fondos también tiene repercusiones directas en los acuerdos entre los estados y México sobre la distribución del agua del río Colorado. Estos acuerdos, que fueron establecidos hace décadas, definen la cantidad de agua que cada entidad puede usar de manera sostenible. Sin embargo, debido a la creciente escasez de agua, las negociaciones para renovarlos se están intensificando, y la falta de recursos federales puede dificultar aún más el proceso.
Además, en los últimos años, se ha acordado reducir la cantidad de agua que se distribuye a los estados y a México. Para el año 2025, se espera que haya una reducción del 18% en el suministro de agua para Arizona, y menores reducciones para California, Nevada y México. La congelación de los fondos agrava esta situación, ya que impide la implementación de estrategias de conservación que son fundamentales para evitar una crisis hídrica aún mayor.
La crisis de confianza y los despidos masivos
Otro de los grandes problemas generados por la congelación de fondos es la creciente crisis de confianza entre los estados afectados y el gobierno federal. Los líderes de California, Arizona y Nevada han expresado su preocupación por la falta de interés del gobierno de Trump en la preservación del medio ambiente y en el manejo sostenible del agua. Sandy Bahr destacó que uno de los principales obstáculos para las negociaciones futuras será la desconfianza que los estados tienen en la Administración Trump, lo que podría complicar los esfuerzos de cooperación.
Además, los recortes en el gobierno federal han llevado a despidos masivos, lo que afecta aún más la capacidad del gobierno para gestionar las negociaciones sobre la conservación del agua. Los expertos en la materia temen que la falta de personal capacitado en el Departamento del Interior pueda resultar en decisiones mal informadas que pongan en riesgo el futuro del río Colorado.
Respuesta de los congresistas y la situación política
Ante esta situación, varios congresistas y senadores de los estados afectados, incluyendo a Alex Padilla (California), Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen (Nevada), y Rubén Gallego (Arizona), han enviado cartas al Departamento del Interior instando a liberar los fondos de inmediato. En una de estas cartas, los legisladores aseguraron que el programa de conservación es esencial para garantizar que no se alcancen niveles de agua peligrosamente bajos, lo que podría afectar tanto el suministro de agua como la producción de energía en la región.