Las autoridades de Texas (Estados Unidos) amplían de nuevo el cerco fronterizo con México, con lo que afectan ahora áreas cercanas a Nuevo México, lo que eleva los riesgos para los migrantes varados en Ciudad Juárez, denunciaron este miércoles a EFE organizaciones civiles.
La ampliación del muro también complica la labor de los bomberos, quienes advierten de que las barreras dificultarán la respuesta a emergencias en la zona.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha justificado la expansión del cerco fronterizo como una medida esencial para contener la “crisis migratoria” en la frontera, donde El Paso, limítrofe con Ciudad Juárez, se ha convertido en uno de los principales puntos de cruce de migrantes.
La construcción incluye la instalación de nuevas barreras físicas, como alambradas de púas y dispositivos flotantes en el fronterizo río Bravo.
Fotografía de barricadas de alambre de púas, el 23 de septiembre de 2024 en el muro fronterizo de Ciudad Juárez en el estado de Chihuahua (México). EFE/Luis Torres
Rosa Mani Arias, coordinadora de Servicio al Migrante en la asociación Avara Juárez, consideró “muy desafortunado saber que las personas se están poniendo en riesgo, que hay personas a las que es casi imposible acceder a brindarles todo el apoyo del rescate y que las vidas estén definitivamente en este riesgo constante”.
“Esto nos pone a pensar mucho en los niños, en los niños sobre todo, en los adultos también, pero el niño es más vulnerable todavía”, expuso la activista.
Los choques entre México y Texas crecen desde julio de 2023, cuando el gobernador Abbott instaló los alambres de navajas y un cerco de boyas en el fronterizo río Bravo, algo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tachado de “inhumano”.
Texas desafió órdenes del Gobierno de Estados Unidos y de la Suprema Corte, así como los reclamos diplomáticos de México, para quitar el cerco, que ha contribuido a las muertes de migrantes, como ocurrió el pasado 14 de enero con una mexicana y sus dos hijos que se ahogaron en Piedras Negras, Coahuila.
La expansión ahora ya está afectando áreas más allá de la frontera directa entre Texas y México, incluyendo partes de Sunland Park, una localidad en el estado de Nuevo México.
Integrantes de la Guardia Nacional del Estado de Texas, vigilan barricadas de alambre de púas, el 23 de septiembre de 2024 en el muro fronterizo de Ciudad Juárez en el estado de Chihuahua (México). EFE/Luis Torres
“Está bien que tiene derecho el Gobierno a establecer las reglas del juego para la migración, pero no es correcto entorpecer o dificultar las tareas de rescate y de auxilio”, comentó Juan Carlos López, vocero de la diócesis de Ciudad Juárez.
El religioso indicó que las medidas “pueden meter en una situación de crisis y dificultar el auxilio” a los migrantes, “pues es arriesgar mucho la vida o la atención para el rescate y el cuidado de la vida de quien sufra un accidente o algún percance en esa zona intentando cruzar”.
Los bomberos de Sunland Park también han alertado de las dificultades que enfrentarán para prestar ayuda en situaciones de emergencia en esta zona, ahora más inaccesible por las nuevas barreras.