Miles marchan contra la violencia narco en Sinaloa
Este jueves, un grupo de manifestantes irrumpió en la sede del gobierno del estado de Sinaloa, México, durante una marcha masiva contra el asesinato de dos niños en Culiacán, lo que representa una inusual manifestación de indignación por la creciente violencia relacionada con el narcotráfico en la región.
Los manifestantes destrozaron una puerta de cristal y dañaron oficinas dentro del palacio donde trabaja el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha. Un corresponsal de la AFP observó el incidente, en el que los manifestantes corearon “¡Cobarde!” en dirección al gobernador, aunque no se aclaró si él se encontraba en el lugar cuando se desató la protesta.
La marcha fue convocada por el asesinato de Alexander, de 9 años, y Gael, de 12, quienes fallecieron el domingo pasado durante un tiroteo entre grupos criminales en Culiacán, junto a su padre, Antonio Sarmiento. Los menores quedaron atrapados en la balacera, que es un fenómeno cotidiano en esta ciudad.
El brutal asesinato de los niños ha generado una fuerte indignación en Culiacán, una ciudad que enfrenta una guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa. Desde septiembre de 2024, se han registrado más de 750 homicidios y casi 900 personas desaparecidas debido a la violencia entre estas facciones del cártel, una de las principales organizaciones del narcotráfico en México.
Con vestimenta blanca y al grito de «con los niños no», los manifestantes marcharon desde la escuela de los niños asesinados hacia el palacio de gobierno, buscando llamar la atención sobre la tragedia y exigir justicia.
Tras la protesta, Feliciano Castro, vocero del gobierno estatal, informó que el gobierno federal ha creado un equipo especial para investigar el triple asesinato de los menores y su padre.
La violencia en Culiacán se desató luego de la captura de Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, el 25 de julio de 2024. Se sospecha que Zambada fue secuestrado en la ciudad y trasladado a Estados Unidos en un avión privado, presuntamente por uno de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien cumple condena en una prisión estadounidense.
El conflicto entre los hijos del Chapo Guzmán y los seguidores de Zambada ha escalado la violencia en Sinaloa, especialmente en Culiacán, donde la inseguridad ha provocado que muchos negocios cierren sus puertas debido al temor de ser víctimas de la violencia criminal.