Organizaciones civiles en la frontera sur de México alertan sobre el incremento de vulnerabilidad de los migrantes, quienes, al permanecer varados en esta zona, se enfrentan a la violencia del crimen organizado. Esta situación ha empeorado con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, denuncian activistas.
La situación en la frontera sur de México
Desde el 20 de enero, cuando Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos, las políticas migratorias se han endurecido considerablemente. En particular, se ha reactivado la política de deportaciones masivas y se ha reforzado la seguridad en la frontera con miles de militares desplegados. Además, la eliminación de la aplicación ‘CBP One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que permitía a los migrantes solicitar asilo desde México, ha dejado a muchas personas sin opciones legales de entrada a Estados Unidos.
Luis Alonso Abarca, coordinador del Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa, expuso que con estas restricciones, el crimen organizado es uno de los mayores beneficiarios, ya que se ha detectado que cobra grandes cantidades de dinero, especialmente a mujeres y menores de edad, prometiendo transportarlos hacia los Estados Unidos. Según Abarca, esta situación es un claro reflejo de cómo las políticas restrictivas del gobierno de Estados Unidos están favoreciendo a los grupos delictivos.
El activista señaló que las restricciones a la migración regular y segura solo contribuyen a que los migrantes se vean obligados a recurrir a los traficantes, quienes se aprovechan de la desesperación de los más vulnerables.
Personas esperan para resolver su situación migratoria, el 16 de febrero de 2025, en una plaza de Tapachula, en el estado de Chiapas (México). EFE/Juan Manuel Blanco
Restricciones de Trump y el impacto en la movilidad de los migrantes
El endurecimiento de las políticas de migración en México y Estados Unidos ha llevado a que muchos migrantes se vean obligados a hacer largas travesías, a menudo a pie o en trenes de carga, con el objetivo de encontrar refugio y protección ante la violencia. En su informe más reciente, Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó sobre los peligros a los que se enfrentan los migrantes en su intento por avanzar a través del territorio mexicano. En particular, se mencionan las caravanas que se forman, sobre todo en el estado de Chiapas, donde los migrantes buscan atención y seguridad ante los ataques de grupos armados.
Según el informe de MSF, estas caravanas se han convertido en una estrategia para protegerse del crimen organizado que, por un lado, extorsiona a los migrantes y, por otro, los secuestra para pedir rescates o explotarlos laboralmente.
Incertidumbre para los migrantes en el país
La situación no es mejor para los migrantes que han logrado ingresar a México, ya que, según los informes, las autoridades mexicanas se preparan para recibir grandes cantidades de deportados desde Estados Unidos, construyendo instalaciones para albergarlos y transportarlos a otras partes del país. Desde el 20 de enero, más de 13,000 migrantes han sido deportados a México, según información proporcionada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
A pesar de esta situación, el gobierno mexicano ha solicitado a los migrantes que no se dejen engañar por traficantes que prometen llevarlos a Estados Unidos a cambio de altas sumas de dinero. El gobierno ha subrayado que las políticas de Trump han cerrado todas las opciones de asilo, dejando a los migrantes atrapados en México sin acceso a un proceso migratorio regular.
Una persona recibe alimentos durante la espera para resolver su situación, el 16 de febrero de 2025, en Tapachula, en el estado de Chiapas (México). EFE/Juan Manuel Blanco
Migrantes deciden regresar a sus países de origen
El cierre de las fronteras y la imposibilidad de avanzar hacia Estados Unidos han provocado que algunos migrantes decidan regresar a sus países de origen. Israel Lujando, un migrante ecuatoriano, expresó a EFE su deseo de regresar a Ecuador, ya que ya no veía sentido en seguir en México después de que sus esfuerzos por llegar a Estados Unidos no tuvieran éxito. La desesperanza es palpable entre los migrantes que no encuentran soluciones a sus problemas en un panorama de creciente hostilidad.
En el mismo sentido, otros migrantes han compartido su incertidumbre sobre su futuro, mientras esperan a resolver su situación en la frontera sur de México.
Redadas y deportaciones en Tapachula
México también ha endurecido su postura, realizando redadas en Tapachula, una de las principales ciudades de la frontera sur, para detener a migrantes sin documentos y deportarlos hacia la frontera con Honduras y Guatemala. Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), denunció que esta práctica ha provocado que muchos migrantes, que antes lograban llegar hasta Veracruz y Oaxaca, sean devueltos a las ciudades fronterizas de Tabasco y Chiapas. Según García Villagrán, los migrantes están siendo detenidos y deportados bajo condiciones que violan sus derechos humanos y sin acceso a una defensa legal adecuada.
Los traficantes se aprovechan de la situación
Los grupos criminales también se están beneficiando de las políticas migratorias restrictivas, explotando la desesperación de los migrantes y cobrándoles miles de dólares a cambio de promesas vacías. La creciente violencia, extorsión y explotación sexual de mujeres y menores de edad en el camino hacia el norte ha sido un tema recurrente en las denuncias de organizaciones de derechos humanos.
Luis Alonso Abarca también señaló que esta situación está haciendo cada vez más difícil para los migrantes la posibilidad de llegar a un destino seguro. La violencia y la falta de opciones legales para migrar están forzando a los migrantes a tomar decisiones peligrosas que los exponen aún más a los grupos criminales.