Migrantes de varias nacionalidades que permanecen en albergues o a la intemperie en Ciudad Juárez, México, se encuentran lidiando con las severas condiciones climáticas del invierno, donde la sensación térmica llega a alcanzar hasta los -13 grados Celsius debido a fuertes vientos. La situación es especialmente difícil para los migrantes que se encuentran varados en la ciudad fronteriza con Estados Unidos, quienes ya enfrentan la precariedad de su situación y las difíciles condiciones de vida.
Frío extremo afecta a los migrantes en Ciudad Juárez
La ciudad de Ciudad Juárez amaneció con temperaturas bajo cero, alcanzando los -3 grados Celsius, lo que ha generado una situación crítica para los migrantes que esperan poder cruzar a Estados Unidos.
Elmer Napoleón, un migrante guatemalteco que lleva 15 días esperando una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos, comentó a la Agencia EFE: «Está muy fuerte el frío, no pensamos que fuera a estar tan helado y para nosotros fue una sorpresa». Este testimonio refleja la dureza de las condiciones que enfrentan los migrantes, quienes no están acostumbrados a las bajas temperaturas de la región.
EFE/ Luis Torres
Condiciones precarias en albergues y en la calle
En Ciudad Juárez, el albergue de migrantes se ha convertido en un refugio temporal para aquellos que intentan mitigar el frío extremo. Sin embargo, las instalaciones no son suficientes para albergar a todos los migrantes que permanecen en la ciudad, lo que obliga a muchos a dormir en las calles cercanas a los puentes internacionales con la esperanza de poder cruzar a Estados Unidos en cualquier momento.
Samuel Antonio Ríos, un migrante también originario de Guatemala, expresó que el frío extremo es aún más difícil de soportar para aquellos que vienen de regiones con climas tropicales. «Nosotros vivimos cerca de la costa, en la playa, y ese clima es muy cálido, por lo que sentimos la diferencia», señaló Ríos, quien también espera llegar a Estados Unidos.
A pesar de los esfuerzos del gobierno local para habilitar espacios adicionales para los migrantes, muchos prefieren quedarse cerca de los puentes internacionales, donde esperan poder obtener acceso a Estados Unidos en cuanto se les dé la oportunidad. Esta decisión refleja la desesperación de los migrantes, quienes, a pesar de las duras condiciones del clima, prefieren mantenerse cerca de las fronteras con la esperanza de poder continuar su viaje.
Preocupación por la salud de los migrantes en Ciudad Juárez
El Servicio Meteorológico Nacional de México ha emitido alertas sobre las bajas temperaturas extremas, que continuarán durante los próximos días, lo que ha generado una gran preocupación entre las organizaciones civiles que trabajan con la población migrante en la zona. Las organizaciones están particularmente alertas ante los posibles casos de hipotermia y otras complicaciones derivadas del frío intenso.
El pastor Guillo Heredia, encargado de uno de los albergues de migrantes en Ciudad Juárez, comentó: «Buscamos darles un lugar seguro, donde puedan refugiarse del frío extremo, y también hemos podido conseguirles algo de ropa, chamarras, bufandas, guantes, gorros y calentadores (eléctricos) para ayudarles, ya que el frío les pega más fuerte al no estar acostumbrados a este tipo de climas». Este tipo de apoyo es vital para los migrantes, quienes a menudo no cuentan con los recursos necesarios para protegerse adecuadamente del frío.
EFE/ Luis Torres
Monumentos congelados y el impacto de la ola de frío en la región
El frío extremo también ha tenido un impacto visible en la ciudad, ya que varios monumentos emblemáticos de Ciudad Juárez amanecieron congelados debido a las bajas temperaturas. El monumento «Los Indomables», uno de los símbolos de la ciudad, quedó cubierto por una capa de hielo. Además, 17 municipios del estado de Chihuahua, incluido Ciudad Juárez, amanecieron nevados, con temperaturas que alcanzaron los -15 grados Celsius en lugares como San Juanito.
Este fenómeno climático ha afectado no solo a los migrantes, sino también a la vida diaria de los ciudadanos locales. En un intento por salvaguardar la integridad de los menores de edad en la región, las autoridades decidieron posponer el inicio de clases para el nivel básico, que se tenía previsto para el 9 de enero, y reprogramarlo para el 14 de enero. La decisión fue tomada para proteger a los estudiantes de las severas condiciones del clima.