Miles de migrantes partieron este lunes en una nueva caravana desde la frontera sur de México, en lo que representa el primer intento de este tipo durante la segunda presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. A pesar de las advertencias sobre deportaciones masivas, restricciones al asilo y un aumento en la vigilancia por parte de las autoridades mexicanas, los migrantes decidieron emprender su viaje a pesar de la incertidumbre generada por las nuevas políticas del presidente estadounidense.
Los migrantes se preparan para enfrentar nuevas restricciones
Los migrantes, provenientes de países como Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras, Cuba y Haití, realizaron actos religiosos en Tapachula, la ciudad más cercana a la frontera de México con Centroamérica, antes de comenzar su largo recorrido hacia el norte. Muchos de ellos llevaban niños en brazos, mochilas con ropa, alimentos, carriolas, coches para bebés y triciclos para sus hijos, mientras enfrentaban el temor por las nuevas políticas migratorias que podrían poner en peligro su travesía.
Entre los migrantes que formaban parte de la caravana se encontraba Andrés Manuel Melgar Pérez, un niño de nacionalidad mexicana que viaja con su madre, Glenda Lizeth Melgar, una hondureña que ha luchado sin éxito por obtener su tarjeta de residencia permanente en México. «Pido al expresidente [Andrés Manuel López Obrador] que me ayude a obtener mi documentación mexicana», expresó la madre, quien agregó que, si no lograba cruzar hacia Estados Unidos, su opción sería quedarse en alguna parte de México para trabajar.
Un grupo de migrantes camina en caravana hacia la frontera norte desde el municipio de Tapachula en Chiapas. EFE/ Juan Manuel Blanco
Nuevas órdenes ejecutivas de Trump y el programa ‘Quédate en México’
Mientras los migrantes avanzaban hacia el norte, el equipo de Trump anunciaba que el presidente estadounidense dedicaría sus primeras órdenes ejecutivas a «cerrar» la frontera. Entre las medidas, se encontraba la restauración del polémico programa «Quédate en México», el cual obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano hasta que se resuelvan sus solicitudes. Esta política ha generado controversia debido a las condiciones precarias en las que se encuentran los migrantes mientras esperan su proceso.
El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, defendió la estrategia migratoria de su país al destacar que los arrestos diarios de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos habían disminuido un 78 % desde diciembre de 2023, como resultado de los esfuerzos conjuntos para controlar el flujo migratorio.
La incertidumbre de los migrantes frente a las nuevas políticas de Trump
A pesar de las restricciones anunciadas por Trump, los migrantes continúan su marcha con la esperanza de que sus solicitudes de asilo sean aceptadas. Edwin Jesús López, un migrante venezolano que formaba parte de la caravana, expresó su preocupación por las políticas de Trump y cómo podrían afectar a miles de migrantes, dejándolos atrapados en México o forzándolos a regresar a sus países de origen.
«No debería hacerlo, él sabe la situación de nuestro país, él sabe que estamos viviendo con un pésimo gobierno que no nos ayuda. Somos mucha gente buena, que nos dé la oportunidad de aportar y trabajar», comentó López, pidiendo comprensión por parte de las autoridades estadounidenses hacia los migrantes, especialmente aquellos que huyen de situaciones de violencia y pobreza en sus países.
Un grupo de migrantes se prepara para salir en caravana hacia la frontera norte desde el municipio de Tapachula en Chiapas. EFE/ Juan Manuel Blanco
El uso de la aplicación ‘CBP One’ y las nuevas dificultades
Alfredo Parra, otro migrante venezolano que formaba parte de la caravana, mencionó que su objetivo era llegar a Ciudad de México como primer punto de su viaje hacia Estados Unidos. Sin embargo, una de las herramientas clave que los migrantes han utilizado para solicitar asilo, la aplicación ‘CBP One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., ha sido eliminada por Trump, lo que genera aún más incertidumbre.
La aplicación permitía a los migrantes solicitar una cita con las autoridades estadounidenses para presentar sus casos de asilo desde territorio mexicano. «Hay un poco de tensión por eso, por el dinero que se ha invertido para llegar hasta acá, pero si la eliminan sería una gran pérdida», comentó Parra, quien mantenía la esperanza de que su solicitud pudiera ser atendida, a pesar de las dificultades.
Pese a las amenazas y la incertidumbre, los migrantes mantienen viva la esperanza. «Sí hay miedo serio, fuerte, con la situación que hay en el país, pero devolverse no es una opción viable. Prácticamente, todas las personas que estamos aquí soñamos con llegar a Estados Unidos», comentó otro de los migrantes.