Un inmigrante mexicano indocumentado mexicano penetró en la base aérea de Laughlin, en Texas, en la madrugada de este jueves, cuando era perseguido por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, en inglés), confirmó esa agencia federal en un comunicado.
Agentes asignados al sector Del Rio detuvieron un vehículo Ford Escape durante una inspección de tráfico en la autopista 90 en el carril que proviene de la frontera mexicana, de acuerdo el texto.
Uno de los cinco ocupantes del auto, un mexicano de 17 años, se dio a la fuga y saltó una cerca que delimita el terreno de la base, ubicada a menos de 15 millas de la frontera.
Aproximadamente a las 3:48 a.m. (hora del Centro), la base aérea fue notificada por CBP de que estaba persiguiendo al joven cerca de la entrada norte de la instalación militar, según indicó por su parte en otro comunicado la instalación militar. El migrante fue rastreado por un perro de la CBP y arrestado a las 4:57 a.m. Los otros cuatro ocupantes del auto también fueron detenidos, según la CBP, y trasladados al centro de procesamiento del sector Del Rio.
Durante el incidente se creó un cordón de seguridad alrededor de las casas adyacentes a la base para proteger la integridad física de sus habitantes, según el comunicado de las autoridades militares.
Esta es la segunda ocasión en que ocurre un hecho similar en una instalación militar, según los citados medios: el 3 de mayo un par de inmigrantes jordanos intentaron entrar a la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, con un camión.
El intento fue frustrado por personal de la base. Los hombres se encuentran ahora bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional y han sido puestos en proceso de deportación.
El incidente en la base aérea tuvo lugar el mismo día en que los demócratas fracasaron en su intento por hacer avanzar en el Senado una votación de un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que los republicanos volvieron a bloquear por segunda vez en tres meses.
El rechazo a la propuesta era anticipado y su votación fue forzada por los demócratas en un intento de dar un giro a la conversación sobre inmigración, una de las principales vulnerabilidades del presidente, Joe Biden, de cara a los comicios de noviembre.
La legislación, negociada por senadores republicanos y demócratas, está diseñada para reducir los cruces fronterizos, endurecer las medidas para que los inmigrantes puedan solicitar asilo y rechazar rápidamente a quienes no las cumplan.
Además, faculta al presidente para cerrar la frontera si se cumplen determinados requisitos. Si se convirtiera en ley, sería el conjunto de restricciones migratorias más radical en décadas. Biden ha respaldado el proyecto de ley, pero el exmandatario Donald Trump ayudó a acabar con la legislación a inicios de año y los republicanos volvieron a bloquearlo este jueves, junto con algunos demócratas.