La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó este martes la campaña «Aléjate de las drogas, el fentanilo mata» con el objetivo de prevenir el consumo de este narcótico sintético en el país. La iniciativa busca llegar a al menos 11,8 millones de jóvenes mexicanos, con el fin de evitar una «crisis» como la que actualmente afecta a Estados Unidos y Canadá.
El fentanilo en México: una preocupación preventiva
Sheinbaum subrayó que, aunque el fentanilo no es un problema grave en México, el país no quiere esperar a que llegue a convertirse en una crisis como la que se vive en algunas ciudades de Estados Unidos y Canadá. «En nuestro país no existe una crisis como en Estados Unidos, pero no queremos que llegue aquí», afirmó la mandataria durante la conferencia de prensa.
Este anuncio se da en un contexto de creciente presión por parte de Estados Unidos, especialmente del próximo presidente, Donald Trump, quien ha insistido en que México debe hacer más para frenar la circulación de fentanilo, un potente opioide sintético que ha causado miles de muertes en América del Norte.
El fentanilo: el narcótico que mata y preocupa a las autoridades
El Secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, explicó que en México las drogas más consumidas, como la marihuana y la cocaína, se encuentran en niveles «estables». Sin embargo, destacó que el consumo de metanfetaminas ha aumentado significativamente, representando el 35% de los casos atendidos en los Centros de Integración Juvenil (CIJ).
Aunque el consumo de metanfetaminas es el más extendido en México, Kershenobich subrayó que el fentanilo es la droga más peligrosa debido a su alta tasa de mortalidad. «El fentanilo es el más significativo en términos de mortalidad y daño», señaló. Sin embargo, el funcionario evitó dar detalles sobre las cifras exactas de consumo de fentanilo en México, lo que ha generado algunas dudas sobre la magnitud del problema en el país.
La campaña se da en medio de la presión de Donald Trump
El lanzamiento de la campaña contra el fentanilo ocurre en un contexto de fuertes presiones por parte de Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles del 25% si México no actúa de manera más contundente contra el tráfico de fentanilo y la migración ilegal. En este contexto, Sheinbaum recordó que, durante una llamada en noviembre, Trump mostró interés en la campaña mexicana al reconocer que en México no hay una gran cantidad de consumo de esta droga.
La mandataria también aprovechó la ocasión para rechazar un reportaje publicado por The New York Times, que afirmaba haber encontrado un laboratorio de fentanilo en pleno centro de Culiacán, en Sinaloa, un estado donde opera el poderoso cártel del narcotráfico. Aunque Sheinbaum negó las acusaciones, reiteró que su gobierno sigue combatiendo la distribución de fentanilo tanto a nivel nacional como internacional, con incautaciones recientes de más de 500,000 pastillas de este opioide en Sinaloa.
La campaña nacional: un esfuerzo masivo para combatir el fentanilo
La campaña contra el fentanilo, presentada como una estrategia «preventiva, nacional y permanente», tiene como objetivo sensibilizar a los jóvenes sobre los peligros de esta droga. Leticia Ramírez, coordinadora general de Asuntos Intergubernamentales, destacó que el enfoque principal será la prevención, especialmente en escuelas y comunidades.
El proyecto tiene un alcance masivo, con la distribución de 1 millón de guías informativas para docentes y 10 millones para las familias, en las que se explican los efectos del fentanilo y otros narcóticos, así como los síntomas para detectar el consumo. Además, se llevarán a cabo 35,000 asambleas en escuelas secundarias y 13,000 en planteles de educación media superior. Las actividades incluirán intervenciones semanales para alertar a los jóvenes sobre los peligros de las drogas.
Mario Delgado, Secretario de Educación Pública (SEP), detalló que también se instalarán más de 1,400 anuncios panorámicos y pósters en escuelas y edificios públicos, con el fin de mantener la campaña visible en todo el país.
Una línea de apoyo emocional para jóvenes y familias
Uno de los aspectos más innovadores de la campaña es la creación de una «Línea de la vida», un servicio telefónico que ofrecerá apoyo emocional y orientación a jóvenes y familias afectadas por las adicciones. El programa contará con 150 especialistas disponibles para intervenir en crisis, brindar información y hacer derivaciones a centros de tratamiento.
Se estima que la línea recibirá entre 6,000 y 10,000 llamadas diarias. Este servicio busca ser una herramienta de intervención temprana, proporcionando un canal de apoyo para aquellos que puedan estar en riesgo de caer en el consumo de fentanilo y otras drogas.
El fentanilo y su impacto en las relaciones internacionales
El consumo de fentanilo no solo es una preocupación interna para México, sino también una cuestión diplomática en sus relaciones con Estados Unidos. El gobierno mexicano ha reiterado que está tomando medidas para frenar el tráfico de esta droga, aunque el país sigue siendo uno de los puntos de tránsito para el fentanilo que se consume en grandes cantidades en América del Norte.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas, la relación con Estados Unidos sigue siendo tensa, especialmente con la administración de Trump, quien ha sido un crítico constante de la política mexicana sobre el narcotráfico y la inmigración.
El secretario de Educación Pública (SEP) Mario Delgado habla en una rueda de prensa este martes, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México (México), durante una campaña contra el fentanilo. EFE/ Mario Guzmán
El futuro del combate al fentanilo en México
La campaña lanzada por Claudia Sheinbaum no solo busca prevenir el consumo de fentanilo, sino también fortalecer las políticas de salud pública y educación en todo el país. El gobierno mexicano ha destacado la importancia de mantener una vigilancia constante sobre las nuevas drogas sintéticas y de continuar con las políticas de prevención para proteger a las generaciones futuras.
Si bien el fentanilo aún no es un problema de grandes dimensiones en México, las autoridades consideran que actuar ahora podría evitar una crisis similar a la que enfrenta Estados Unidos, donde el uso de esta droga ha tenido consecuencias devastadoras en la salud pública.