Miles de feligreses mexicanos llevaron este viernes a sus mascotas a la iglesia para recibir la bendición del día de San Antonio Abad, el patrono de los animales. Esta tradición, celebrada cada 17 de enero, tiene como propósito pedir una «protección divina» para las mascotas, garantizando su bienestar.
La festividad, que conmemora la vida de San Antonio Abad, reunió a una gran cantidad de fieles en el Templo de San Antonio Abad, en Puebla, ubicado en el centro de México. Los animales, entre los que se encontraban perros, gatos, pájaros, halcones y conejos, llegaron acompañados de sus dueños, quienes los presentaron en diferentes atuendos, desde vestidos y ropa deportiva hasta abrigos y gorros.
San Antonio Abad y la protección de los animales
Pedro Alejandro Medina, rector del Templo de San Antonio, destacó la importancia de esta festividad como un recordatorio del respeto hacia los seres vivos que comparten la vida cotidiana con los seres humanos. Medina señaló que esta celebración busca fomentar la conciencia sobre el amor y la protección de los animales, un legado que se recuerda al observar el ejemplo de San Antonio Abad, quien protegió a los animales del desierto durante su vida.
“Debemos cuidarlos y amarlos. Creo que es una protección que Dios nos ha dado y que debemos valorar, tanto para nuestro servicio como para el de Dios”, comentó el sacerdote en una entrevista para EFE. Su mensaje instó a los feligreses a no solo cuidar a sus propias mascotas, sino a ser conscientes de la necesidad de proteger a todos los animales, independientemente de si viven en hogares o en las calles.
Personas llevan a sus mascotas a bendecir este viernes, en la ciudad de Puebla (México). EFE/ Hilda Ríos
Bendición y oraciones por el bienestar animal
Durante la misa, el sacerdote ofreció plegarias por el bienestar de los animales, pidiendo a San Antonio Abad que ampare a cada mascota, tal como él protegió a los animales del desierto. El acto de bendición se convirtió en una forma simbólica de demostrar el amor y el respeto hacia los animales, una práctica que se ha convertido en un evento significativo en varias ciudades de México.
Los asistentes a la misa no solo trajeron a sus mascotas para que recibieran la bendición, sino también para pedir salud, longevidad y protección para sus compañeros animales. El acto religioso mostró la conexión emocional entre los dueños y sus mascotas, reflejando cómo los animales se han convertido en parte integral de las familias mexicanas.
Conciencia sobre la violencia contra los animales
El rector también aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la reflexión sobre la violencia que sufren muchos animales, especialmente aquellos que viven en situación de calle. Durante su sermón, rezó para que la mentalidad de las personas se vuelva más generosa hacia los animales de la calle, pidiendo que se les brinde protección y que se termine con la violencia hacia ellos.
«Es importante que se haga conciencia sobre los animales que se encuentran en la calle. Muchos de nosotros tenemos animales en nuestra familia, los cuidamos como parte de ella, pero los animales de la calle también merecen el mismo respeto y protección», explicó el rector. Este mensaje refleja el creciente interés en sensibilizar a la sociedad sobre el bienestar animal y la importancia de ofrecer ayuda a aquellos que no tienen un hogar.
Personas llevan a sus mascotas a bendecir este viernes, en la ciudad de Puebla (México). EFE/ Hilda Ríos
Testimonios de los fieles en la bendición de mascotas
Concepción Martínez, una de las asistentes al templo, compartió su experiencia personal. Ella es dueña de una perra llamada Daysi y un gato llamado Willson, a quienes ha traído para recibir la bendición durante tres años consecutivos. «Es la tercera vez que traemos a nuestros animalitos aquí a misa. Queremos que Dios nos los cuide y los bendiga, para que sigan con nosotros por muchos años», comentó Martínez.
La señora Martínez recordó que este año sufrió la pérdida de un gato, lo cual fue una experiencia dolorosa para ella. Sin embargo, no dudó en traer al templo la urna que contenía los restos del animal, como una forma de mantenerlo presente en su vida. «Lamentablemente, perdimos un gato este año, pero lo traje en su urna para que nos siga acompañando», añadió, con un tono de melancolía en su voz. Esta muestra de devoción y amor por los animales es común entre muchos de los fieles que participaron en la festividad.