Una intensa marcha en Culiacán, Sinaloa, tuvo lugar este jueves 23 de enero para exigir justicia por los asesinatos de Antonio de Jesús “N” y sus hijos Gael y Alexander, víctimas de un ataque armado ocurrido el pasado fin de semana. Miles de ciudadanos se unieron para expresar su indignación por los crímenes ocurridos en la ciudad, un llamado urgente por el fin de la violencia y la inseguridad en la región.
La movilización en Culiacán por justicia
La marcha comenzó en la Escuela Primaria “Sócrates”, institución en la que estudiaban los menores Gael (12 años) y Alexander (9 años). A la manifestación asistieron cerca de mil personas que se agruparon para exigir justicia por los asesinatos y demandar un alto a la creciente violencia en Culiacán y sus alrededores.
Los manifestantes, vestidos de blanco y portando pancartas con el mensaje «¡Justicia para Gael y Alexander!» y globos del mismo color, se desplazaron por las calles hasta llegar al Palacio de Gobierno. El recorrido continuó con la intención de ser escuchados por las autoridades, pero los ánimos se calentaron cuando algunos de los asistentes rompieron cristales en el edificio gubernamental. La movilización, que también recorrió el Palacio Municipal y el Congreso del Estado, se convirtió en un acto de protesta por la inseguridad que azota la ciudad.
(Foto: X@sergiovallep)
Los trágicos hechos de violencia
Los asesinatos de Gael y Alexander ocurrieron en la madrugada del 19 de enero en el Fraccionamiento Los Ángeles de Culiacán. Según versiones preliminares, un grupo de sujetos armados interceptó el vehículo en el que viajaban las víctimas. Intentaron robarles el vehículo, pero el conductor aceleró para escapar, lo que provocó que los agresores abrieran fuego. Como resultado, Antonio de Jesús “N”, el padre de los menores, perdió la vida, mientras que sus hijos, Gael y Alexander, resultaron gravemente heridos.
Lamentablemente, Gael falleció al día siguiente mientras era atendido en un hospital, mientras que su hermano Alexander perdió la vida el 21 de enero. Un tercer hermano, Leonel, permanece hospitalizado con heridas graves, aunque su estado de salud se reporta como delicado.
Este ataque, que sorprendió y consternó a la comunidad, ha puesto nuevamente en evidencia la violencia desmedida que se vive en Culiacán, una de las ciudades más afectadas por las pugnas entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Foto: Gilberto Meza/Quadratín Sinaloa
El contexto de violencia en Sinaloa
Culiacán no es ajena a los altos índices de violencia que aquejan a Sinaloa. La región ha sido durante años un punto caliente de enfrentamientos entre diversas facciones del Cártel de Sinaloa. Desde la detención de Ismael “El Mayo” Zambada en septiembre del año pasado, las tensiones entre estos grupos se han intensificado, lo que ha generado un aumento en los actos violentos.
Las autoridades, a pesar de los esfuerzos para controlar la situación, no han logrado frenar la inseguridad que afecta a la población. Esto ha dejado a los ciudadanos sumidos en una constante incertidumbre sobre su seguridad, lo que ha llevado a un creciente descontento con la administración estatal y municipal.
Protesta por la falta de justicia y el llamado a la destitución de Rocha Moya
La manifestación en Culiacán no solo fue un acto para exigir justicia por los asesinatos de Gael y Alexander, sino también una protesta en contra de la falta de respuestas por parte de las autoridades. Durante la movilización, varios manifestantes intentaron acceder a la oficina del gobernador Rubén Rocha Moya, exigiendo su salida del cargo, lo que reflejó el descontento popular hacia su gestión en temas de seguridad.
En videos que circulan en redes sociales, se puede ver a los manifestantes escribiendo con sangre en el piso del Palacio de Gobierno, exigiendo la destitución del mandatario. Este acto de protesta, junto con la ruptura de cristales y otros daños materiales, evidencia la creciente desesperación de los habitantes de Culiacán frente a la falta de control sobre la violencia que asola a la ciudad.