Solidaridad indígena con los migrantes en Oaxaca
El contexto en el que se desarrollan estas iniciativas de apoyo es crítico. A medida que se acercan las fechas de toma de posesión de Trump, las políticas migratorias del presidente electo se perciben como más restrictivas, lo que genera aún más presión sobre los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. En este escenario, el comedor comunitario creado en Oaxaca, con el lema ‘Nkaáymyujkeme’, que en lengua mixe significa «Comamos todos», se ha convertido en un refugio de apoyo para los más vulnerables.
Filadelfo Aldaz Desiderio, el fundador de esta iniciativa, explicó que su motivación proviene de la empatía hacia las personas migrantes, debido a la experiencia de su propia comunidad, que también ha sido históricamente afectada por la migración. Aldaz Desiderio, quien pertenece a la cultura mixe, expresó: «Creo que es justo a partir del hambre, o sea, a partir del hambre que pasamos en nuestras comunidades, a partir del hambre que pasamos en las ciudades, que hacemos esta labor». Este esfuerzo no solo busca ayudar, sino también alzar la voz en protesta contra las políticas migratorias que afectan tanto a los mexicanos como a los migrantes de otras naciones.
Migrantes reciben alimentos este lunes. EFE/ Jesús Méndez
El panorama migratorio en México y el impacto de la presidencia de Trump
El número de migrantes irregulares en México ha aumentado considerablemente, con más de 925,000 personas detectadas entre enero y agosto de 2024, lo que representa un incremento de casi el 132% en comparación con el año anterior. De estos migrantes, muchos provienen de países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela, y se encuentran en tránsito hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
México, que ha experimentado un aumento en las deportaciones y una creciente presión debido a las políticas migratorias de Estados Unidos, también ha sido testigo de un aumento en las remesas enviadas por migrantes. En 2024, México alcanzó un récord histórico de 65,000 millones de dólares en remesas, lo que representa cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. La incertidumbre sobre las políticas migratorias bajo la administración de Trump ha generado un ambiente tenso para los migrantes y las comunidades que los apoyan en su camino.
Iniciativas solidarias sin apoyo gubernamental ni religioso
El comedor comunitario en Oaxaca, que ayuda a los migrantes con alimentos gratuitos, funciona gracias a donativos ciudadanos. A pesar de la creciente necesidad, no cuenta con patrocinio de ningún grupo político ni religioso. La iniciativa está motivada por el deseo de ofrecer una mano amiga a quienes atraviesan difíciles situaciones. Según Aldaz Desiderio, la situación de los migrantes no solo es preocupante desde el punto de vista humanitario, sino que también se utiliza como una forma de protesta contra las políticas migratorias que, según él, son injustas y violentas.
«Es que en realidad la migración no va a parar. Las personas se mueven por todo el mundo, pero Estados Unidos ha decidido paralizar a estas personas, perseguirlas y someterlas a una persecución que va más allá de lo que es justo», comentó el activista, quien ve en la migración un fenómeno global que no se puede detener con políticas represivas.
La comida que ofrecen a los migrantes incluye platos sencillos pero nutritivos. Uno de los menús típicos consiste en lentejas, arroz, frijoles y tortillas de maíz, acompañados de un vaso de café caliente. Este gesto no solo ayuda a aliviar el hambre, sino que también brinda un respiro emocional en momentos de gran incertidumbre.
EFE/ Jesús Méndez
Testimonios de migrantes: historias de esperanza y desesperación
Juana Antonia Osorio, una mujer hondureña de 28 años que se encuentra en su séptimo mes de embarazo, es un ejemplo de los muchos migrantes que pasan por Oaxaca en busca de una oportunidad en Estados Unidos. Osorio expresa su deseo de llegar al país norteamericano antes de que nazca su hijo para que pueda ser ciudadano estadounidense. “Quiero llegar a los Estados antes de que nazca para que sea americano y allá lo voy a poner a estudiar», cuenta con esperanza, aunque también con preocupación debido a los pocos recursos que tiene para continuar su viaje.
En su paso por Oaxaca, Osorio se quedó sin dinero y enfrenta el reto de poder continuar su travesía. «Quiero llegar rápido, pero las cosas se han complicado. No tengo pesos para continuar el viaje», explica. Su situación es una de muchas, ya que la falta de recursos es un desafío común para los migrantes que atraviesan México en su camino hacia el norte.
Otro migrante, Cristian Martínez, quien proviene de Venezuela, también busca llegar a Estados Unidos. «Hasta el momento no habíamos comido, llevamos todo el día caminando, en espera», relató Martínez, quien espera llegar a Ciudad de México para trabajar, ahorrar y luego continuar su viaje hacia el norte. Para muchos migrantes, la comida que se ofrece en la comedora comunitaria en Oaxaca es lo único que pueden comer durante su estadía en la ciudad.
Con la toma de posesión de Trump a la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero, las expectativas sobre las políticas migratorias son inciertas. Mientras tanto, las iniciativas comunitarias como ‘Nkaáymyujkeme’ continúan siendo una luz de esperanza para los migrantes que pasan por México en busca de una mejor vida.