La frontera sur de México se ha convertido en un “tapón” que impide el paso de migrantes hacia el norte, debido a las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Activistas y sacerdotes de la región han denunciado que las políticas migratorias del gobierno mexicano, sumadas a las promesas de Trump de endurecer las restricciones, están complicando aún más la situación de miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Frontera Sur de México: El obstáculo para los migrantes
Según Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), las autoridades mexicanas están implementando medidas para dispersar a los migrantes en varias ciudades del sur del país. Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Mérida y Chetumal son algunos de los destinos hacia donde son enviados los migrantes, con el objetivo de limitar su avance hacia la capital mexicana y hacia la frontera norte.
Villagrán señala que el gobierno mexicano ha tomado la decisión de impedir el paso de los migrantes hacia el norte. La instrucción es clara: no permitir que los migrantes lleguen a la Ciudad de México, y mucho menos que crucen la frontera hacia Estados Unidos. En este sentido, la frontera sur de México se ha transformado en un verdadero “tapón” que dificulta el flujo migratorio.
«El primer tapón es el río Suchiate, luego Tapachula, y después el Corredor Transístmico entre Salina Cruz y Coatzacoalcos», explica el activista. Además, menciona que otro obstáculo importante para los migrantes es el paso de Cortés, en Puebla, donde las rutas hacia la Ciudad de México se vuelven especialmente complicadas.
Migrantes en Tapachula, Chiapas. Foto de EFE/ Juan Manuel Blanco
Migrantes en Tapachula: La realidad del «tapón» migratorio
En Tapachula, Chiapas, una ciudad ubicada en la frontera sur de México, miles de migrantes se encuentran varados. En muchos casos, los migrantes no tienen más opción que esperar allí, en un estado de incertidumbre, sin saber si podrán continuar su viaje hacia el norte. Se estima que unos 30,000 migrantes están atrapados en esta ciudad, lo que refleja la creciente crisis humanitaria que afecta a la región.
Wilmer Omar Cortés, un migrante hondureño que lleva meses esperando en Tapachula, señala que muchos de los migrantes han solicitado ayuda para regularizar su situación migratoria. “Aquí estamos esperando papeles porque están en trámite. Hay bastantes, pero se han ido en caravanas. Algunos migrantes se quieren ir porque va a entrar Donald Trump, pero saben que van a deportar a aquellos que tienen delitos”, comenta Cortés.
La situación en Tapachula es desesperante para muchos, pues aunque el gobierno mexicano ofrece apoyo económico para el alquiler y la comida, la posibilidad de regularizarse es cada vez más incierta. Además, muchos migrantes temen las futuras políticas que puedan implementarse bajo la administración de Trump, quien ya ha prometido endurecer las restricciones migratorias.
Caravanas migrantes y la amenaza de Trump
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado preocupación entre los migrantes que cruzan la frontera sur de México en busca de una mejor vida. El presidente electo de Estados Unidos ha sido claro al prometer medidas drásticas contra la migración ilegal, incluyendo la construcción de un muro fronterizo y la imposición de aranceles a productos mexicanos si el gobierno de México no frena lo que él llama una «invasión» de migrantes.
Ante este panorama, las caravanas migrantes han aumentado en número. La primera caravana migrante del año, que partió de la frontera sur de México con cerca de 1,500 integrantes, busca llegar a Estados Unidos antes de que Trump asuma oficialmente el cargo el 20 de enero. Sin embargo, el gobierno mexicano ha reforzado sus esfuerzos para evitar que los migrantes lleguen a la frontera norte, brindando alternativas como empleo, refugio o el retorno a sus países de origen.
El párroco de la iglesia de San Agustín en Tapachula, Martín Moreno, expresó su temor de que, con la llegada de Trump, las barreras legales para los migrantes en el sur de México se incrementen. “Con la elección en Estados Unidos, ya no se permitirá que la gente espere un papel migratorio como el ‘CBP One’ o ser considerados desplazados que necesitan refugio”, lamentó Moreno.
El aumento de migrantes irregulares y las nuevas rutas peligrosas
Aunque el encuentro diario de migrantes indocumentados en la frontera sur de México y en la frontera de Estados Unidos ha disminuido un 75% en 2024, las estadísticas muestran un aumento en el número de migrantes irregulares. De enero a agosto de 2024, el gobierno mexicano registró más de 925,000 migrantes irregulares, un aumento interanual de casi el 132%.
Ante las restricciones, muchos migrantes están optando por rutas más peligrosas, incrementando el riesgo de ser víctimas de delincuentes o de sufrir accidentes. Los activistas y sacerdotes de la zona coinciden en que las políticas implementadas por el gobierno mexicano están empujando a los migrantes a tomar decisiones más arriesgadas para poder llegar al norte.
¿Qué esperan los migrantes en la frontera sur de México?
Mientras que el gobierno mexicano se prepara para enfrentar un mayor flujo de migrantes debido a la llegada de Trump, los migrantes varados en la frontera sur de México continúan buscando formas de regularizar su situación. Sin embargo, muchos temen que las políticas más restrictivas de Estados Unidos, junto con las medidas implementadas por México, dificulten aún más su búsqueda de una vida mejor.
El futuro para los migrantes sigue siendo incierto. Algunos intentan llegar a la capital mexicana, mientras que otros optan por viajar hacia el norte en caravanas, buscando cruzar la frontera antes de que Trump asuma el cargo y ponga en marcha sus medidas anti-migrantes.