En los primeros cinco meses de este 2024, el Instituto Nacional de Migración (INM) hizo 454 mil 816 detenciones de personas migrantes sin documentos en el territorio mexicano. Casi medio millón de ‘eventos’, como lo llama la autoridad, que contribuye a que el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador rompa récord a detenciones de migrantes como resultado de sucumbir a las presiones del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para endurecer su política migratoria.
Ese casi medio millón de detenciones de los cinco primeros meses de 2024 ya casi iguala a las 563 mil del pasado 2023, año que, de por sí, ya ostentaba el récord absoluto de capturas (el año con más detenciones en el sexenio de Peña Nieto fue 2015 con casi 200 mil casos, la mitad de lo registrado en 2023).
Sorprendentemente, entre enero y mayo de este año, ya se detuvo a más migrantes que en los tres últimos años juntos del sexenio de Peña Nieto, que acumuló 411 mil detenciones.
De hecho, el gobierno de la Cuarta Transformación concluirá muy cerca o casi con toda probabilidad superando las 2 millones de detenciones de migrantes. Récord absoluto y una cifra muy superior (un 120% al alza) a los 811 mil con la que concluyó su antecesor en el cargo, Peña Nieto.
Incendio en centro migratorio, la mancha del sexenio
La noche del 27 de marzo del 2023, ocurrió un incendio en un centro de detención migratoria ubicado en la frontera entre Estados Unidos y México en Ciudad Juárez, Chihuahua, que cobró la vida de al menos 40 personas.
A las 10:00 de la noche, tiempo del centro de México, el fuego comenzó en el área de hombres del centro de detención, con 68 migrantes adentro. Las personas muertas y heridas eran todos reclusos varones en la instalación y eran ciudadanos de Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela, siendo el mayor número guatemaltecos.
Las imágenes de seguridad, que difundió la prensa, muestran al personal del INM huyendo de las llamas y el humo mientras dejaban a los detenidos encerrados en su celda.
Este hecho desencadenó fuertes críticas comenzando por las declaraciones de AMLO, acusado de «responsabilizar» a los migrantes como causantes de la tragedia al protestar por su posible deportación.
«Esto tuvo que ver con una protesta que ellos (los migrantes) iniciaron, a partir de que – suponemos – que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados», dijo el titular del Ejecutivo federal.
Por su parte, los funcionarios Adán Augusto López, secretario de Gobernación y Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relación Exteriores, se acusaron mutuamente de la responsabilidad.
Hasta el momento Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración, continua enfrentando un proceso en su contra por el incendio, buscando la absolución de los cargos.
La próxima audiencia se llevará a cabo el 12 de agosto en el centro de justicia penal federal de Ciudad Juárez sin embargo, la Fundación para la Justicia, quien representa a 18 migrantes víctimas del hecho, han acusado que el funcionario «está utilizando toda la maquinaria institucional para deslindar responsabilidades”.
El efecto Trump
Estas cifras en detenciones a migrantes se pueden explicar por las presiones del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que motivaron un cambio en la política migratoria de México.
En abril pasado, Trump, quien ahora aspira a la reelección, llegó a decir que “nunca he visto a nadie doblarse así”, en alusión a la imposición del programa ‘Quédate en México’, el cual enviaba a miles de migrantes de vuelta a territorio mexicano para que esperaran aquí el llamado de las autoridades estadounidenses para analizar sus casos.
El republicano amenazó con imponer elevados aranceles a productos mexicanos como el acero, los automóviles, o productos agrícolas, si México no podía mano dura para detener la migración de tránsito hacia Estados Unidos.
Lo anterior llevó al envío de tropas mexicanas a detener migrantes (en la nueva ley de la Guardia Nacional de 2019 se incluyó que los soldados pudieran participar en labores de contención migratoria), aceptando las exigencias de Trump, por lo cual el primer comisionado del INM en el sexenio de AMLO, Tonatiuh Guillén, renunció en junio de 2019; tan solo seis meses después de iniciar el encargo.
La política migratoria mexicana de militarización de las fronteras y detenciones a indocumentados generó, desde el inicio, una ola de críticas de parte de organizaciones civiles y activistas, sin embargo, cuenta con el visto bueno de Estados Unidos.
El 18 de julio de este año el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, integrante del gabinete del presidente saliente Joe Biden, felicitó a México por los “grandes esfuerzos” para frenar la migración en la frontera.
“Hemos visto, hasta ahora, una disminución dramática en el número de migrantes irregulares que intentan cruzar la frontera”, dijo el funcionario y agregó «Desde nuestra perspectiva (…) esta alianza nunca ha producido mejores resultados”.