Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha tenido un inicio de mandato marcado por una serie de retos económicos y políticos que han puesto a prueba su capacidad para gestionar el país. Durante sus primeros cien días al frente del gobierno, la mandataria se ha enfrentado a la turbulencia económica que ha resultado de las amenazas de aranceles del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, así como a la creciente preocupación sobre una serie de reformas internas, entre ellas, la reforma judicial, que podría tener efectos significativos sobre el sistema judicial mexicano. A continuación, se analizan los elementos clave que han definido los primeros meses de Sheinbaum en la presidencia, con un enfoque en la economía y sus políticas internas.
La caída del ‘superpeso’ mexicano
Uno de los aspectos más notables que ha marcado el inicio del gobierno de Sheinbaum es el fin del fenómeno conocido como el ‘superpeso’. Durante los últimos años, el peso mexicano había mostrado una apreciación frente al dólar estadounidense, lo que generó expectativas de una moneda más estable. Sin embargo, al cierre de 2024, el peso mexicano experimentó una depreciación superior al 22 % respecto al dólar, un cambio que refleja la creciente incertidumbre que afecta a la economía mexicana.
En su primera conferencia matutina del año, Sheinbaum reconoció que la caída del peso mexicano estaba vinculada a varios factores, entre ellos la incertidumbre generada por las políticas internas y externas. «Sí tuvo (el peso mexicano) una depreciación; entre otras cosas, es por la incertidumbre en Estados Unidos y las variaciones, particularmente de las tasas de la Fed», expresó la presidenta, refiriéndose a las fluctuaciones de las tasas de interés en la Reserva Federal de Estados Unidos.
Aunque la depreciación de la moneda fue significativa, Sheinbaum se mostró optimista, indicando que, una vez que Trump asumiera la presidencia de EE. UU. el 20 de enero, se esperaría un período de estabilización. La mandataria evitó caer en confrontaciones directas con el presidente electo, resaltando, en cambio, los beneficios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como un factor estabilizador en la relación comercial entre ambos países.
EFE/Sáshenka Gutiérrez
El impacto de las amenazas de aranceles de Donald Trump
La promesa de Donald Trump de imponer aranceles del 25 % a todos los productos provenientes de México y Canadá, hasta que se «detenga la invasión» de migrantes y drogas, es otra de las amenazas que ha generado gran preocupación en el gobierno mexicano. Estas medidas, anunciadas como parte de las primeras órdenes ejecutivas de Trump, son vistas como un riesgo significativo para la economía de México, que depende en gran medida de las exportaciones a su vecino del norte.
Sheinbaum ha sido cautelosa en su respuesta, evitando caer en una retórica confrontativa. En su lugar, ha destacado que medidas como los aranceles serían perjudiciales para ambos países. «¿Por qué ponerle un impuesto que las ponga en riesgo? No es aceptable y causaría a Estados Unidos y a México inflación y pérdidas de empleo», comentó la presidenta, haciendo hincapié en los efectos negativos que una guerra comercial podría tener sobre las economías de ambos países.
La administración de Sheinbaum está haciendo esfuerzos para resaltar los beneficios mutuos que el T-MEC ha aportado, particularmente en sectores clave como la industria automotriz, donde compañías como General Motors, Stellantis y Ford tienen una presencia histórica en México, lo que subraya la interdependencia económica de ambas naciones.
Reformas internas y sus efectos en la economía
El gobierno de Claudia Sheinbaum también ha comenzado a implementar reformas políticas y constitucionales que han generado tanto apoyo como oposición. Una de las reformas más controvertidas es la que permite la elección popular de jueces, magistrados y miembros de la Suprema Corte de Justicia, a partir de junio de 2025. Esta reforma ha desatado preocupaciones en el sector judicial y empresarial, debido a que podría politizar el sistema judicial y afectar su independencia.
La propuesta de Sheinbaum para eliminar reguladores autónomos en áreas como la competencia económica, telecomunicaciones y energía también ha sido vista con escepticismo por analistas y expertos en política económica. Aunque el gobierno argumenta que estas reformas buscan un mayor control sobre sectores clave de la economía, la incertidumbre generada por estos cambios ha influido en las expectativas del mercado.
EFE/ Sáshenka Gutiérrez
Desaceleración económica y ajuste fiscal
México enfrenta una desaceleración económica que se reflejó en las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que recortó sus expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2024 de 2.2 % a 1.5 %. Este pronóstico más bajo es una señal de que la economía mexicana se enfrenta a desafíos significativos, como la menor demanda de exportaciones y la incertidumbre política interna y externa.
A este panorama se suman las perspectivas de un ajuste fiscal que podría dificultar aún más el crecimiento económico. El presupuesto propuesto para 2025 incluye una reducción del gasto público del 1.9 % y un objetivo de reducir el déficit fiscal al 3.9 % del PIB, frente al 6 % alcanzado en 2024. Esto podría tener efectos sobre el desarrollo de proyectos clave y limitar la capacidad del gobierno para impulsar el crecimiento económico a corto plazo.
La agencia calificadora Moody’s cambió en noviembre de 2024 la perspectiva de la deuda soberana de México de «estable» a «negativa», lo que refleja el debilitamiento de las políticas fiscales y la creciente rigidez en el gasto público. Esto se traduce en un mayor costo de la deuda y en una creciente preocupación por la sostenibilidad fiscal del país.
La percepción internacional sobre México
El desempeño económico de México durante los primeros cien días del gobierno de Claudia Sheinbaum ha captado la atención internacional, especialmente debido a las tensiones comerciales con Estados Unidos y los efectos internos de las reformas constitucionales. Si bien el gobierno mexicano ha intentado mantener una postura de diálogo con Estados Unidos y garantizar la estabilidad económica, las señales de desaceleración y la incertidumbre política podrían afectar la confianza de los inversionistas internacionales en el corto y mediano plazo.
A pesar de los desafíos, Sheinbaum se mantiene firme en su compromiso de implementar reformas clave que busquen una mayor justicia social y un equilibrio económico más sostenible para el país. El desenlace de estas políticas será fundamental para determinar el rumbo económico de México en los próximos años.