La Fiscalía General de la República (FGR) de México informó sobre la entrega a autoridades de Estados Unidos de Diego Acosta Ovalle, un joven originario del estado de Coahuila, quien enfrentará un proceso penal en ese país por su presunta participación en un esquema de lavado de dinero vinculado al Cártel de Sinaloa. Este caso resalta la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, así como las estrategias del cártel para lavar sus ganancias a través de complejas redes financieras.
El proceso de extradición de Diego Acosta Ovalle
Diego Acosta fue arrestado en Torreón, Coahuila, en junio de 2024, después de que se identificara su vinculación con una red de blanqueo de activos relacionada con el tráfico de drogas. Según los informes de la FGR, Acosta formaba parte de una organización criminal que operaba en favor del Cártel de Sinaloa, específicamente en el área de Los Ángeles, California, donde se encargaba de ocultar y trasladar las ganancias obtenidas por el narcotráfico.
La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos investigó y documentó el papel de Acosta Ovalle, quien, según las autoridades estadounidenses, ayudaba a la organización a esconder sus ganancias antes de entregarlas a los socios del cártel. Como resultado de esta vinculación, Acosta fue incluido en la lista de personas sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU. en julio de 2024, junto con dos ciudadanos chinos, Tong Peiji y He Jiaxuan, quienes también formaban parte de la célula encargada de ocultar las ganancias del cártel en el sistema financiero global.
Diego Acosta fue entregado a agentes estadounidenses en el AICM. (FGR)
El lavado de dinero del Cártel de Sinaloa y su impacto
La investigación realizada por la OFAC reveló cómo los miembros de esta red operaban desde fuera de México para encubrir las ganancias ilícitas del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas y con mayor influencia en el tráfico de drogas. Esta célula utilizaba diversas estrategias para disimular el origen de los fondos, permitiendo que circularan en el sistema financiero como si provinieran de actividades legítimas.
El lavado de dinero es una de las actividades centrales de los cárteles de la droga, ya que les permite blanquear las enormes cantidades de dinero obtenidas por la venta de sustancias ilícitas, tales como la cocaína, la metanfetamina y la heroína. Acosta, como parte de esta operación, ayudaba a asegurar que las ganancias ilícitas no fueran detectadas por las autoridades fiscales y bancarias, lo que facilitaba su reintegración al sistema económico sin levantar sospechas.
Extradición y el proceso judicial en EE.UU.
A raíz de su participación en el esquema de lavado de dinero, Diego Acosta Ovalle fue requerido por la Corte Federal para el Distrito Central de California, en Los Ángeles, donde enfrentará cargos relacionados con el blanqueo de activos. El 20 de enero, la FGR entregó a Acosta a los agentes estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para su traslado a Estados Unidos, donde se llevará a cabo su proceso penal.
Este procedimiento refleja la colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses en la lucha contra el crimen organizado transnacional. La extradición de Acosta Ovalle subraya la importancia de las relaciones bilaterales en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero, fenómenos que afectan la seguridad y estabilidad de ambos países.
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Sanciones internacionales contra los involucrados
Además de la detención de Acosta, las autoridades de Estados Unidos también sancionaron a dos ciudadanos chinos, Tong Peiji y He Jiaxuan, quienes, según los informes, eran responsables de operar desde China para encubrir las ganancias del Cártel de Sinaloa. Estas sanciones formaron parte de un esfuerzo más amplio para interrumpir las actividades de lavado de dinero a nivel global y evitar que los cárteles puedan infiltrar el sistema financiero internacional.
La inclusión de Acosta y sus socios en la lista de personas sancionadas por el Departamento del Tesoro tiene como objetivo debilitar las capacidades financieras del Cártel de Sinaloa y otros grupos del crimen organizado. Estas sanciones impiden que los involucrados en actividades ilícitas puedan acceder a los servicios financieros y realizar transacciones en el sistema bancario global, lo que dificulta la operatividad de las organizaciones criminales.
La detención de Alberto “M” y otras acciones contra el lavado de dinero
En una acción relacionada, la FGR también entregó en extradición a Alberto “M”, un hombre identificado como líder de una organización de lavado de dinero que operaba en Houston, Texas, entre 2009 y 2011. Este individuo fue detenido en León, Guanajuato, en septiembre de 2024, y era buscado por la Corte Federal para el Distrito Sur de Texas debido a su presunta implicación en el lavado de ganancias del narcotráfico a través de bancos en Estados Unidos.
Este caso refuerza el esfuerzo constante del gobierno mexicano y las autoridades internacionales para combatir el lavado de dinero y el narcotráfico. La extradición de Alberto “M” y Diego Acosta Ovalle demuestra el compromiso de México en la lucha contra el crimen organizado y la cooperación internacional con EE.UU. para erradicar las actividades ilegales que afectan a ambos países.