La detención de centroamericanos que trabajan en México para los cárteles de la droga se triplicaron este año, al pasar de 49 capturados en 2023 a 152 entre enero al fin de semana pasado, cuando las autoridades informaron que entre los detenidos por los hechos violentos ocurridos en Técpan de Galeana, Guerrero, había 16 guatemaltecos y un salvadoreño.
Información de los consulados de Guatemala, El Salvador y Honduras —tras brindar asistencia a sus connacionales detenidos en México— sus ciudadanos están siendo reclutados como soldados por los cárteles mexicanos para pelear por las plazas. Además los emplean para el tráfico de droga y de migrantes indocumentados hacia Estados Unidos.
Se trata, según la información, en su mayoría de varones que ingresaron de manera irregular a México con la intención de hacer realidad el llamado sueño americano, pero que ante la imposibilidad de llegar al norte fueron seducidos por los narcotraficantes quienes les ofrecen buenas cantidades de dinero a cambio de que trabajen para ellos. Algunos otros aseguraron haber sido interceptados por el narco y obligados a trabajar.
También existen testimonios de quienes aseguran haber llegado a nuestro país con una visa, previo acuerdo con grupos del crimen organizado desde sus países de origen.
Los carteles mexicanos reclutan a guatemaltecos con preparación militar y para eso fingen ser empresas de seguridad privada, de acuerdo con investigaciones realizadas por la Policía Nacional Civil (PNC) de ese país.
Los narcotraficantes publican anuncios en las redes sociales o lanzan volantes en la vía pública de comunidades en las que han operado grupos armados como los Zetas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, dedicados a la producción y trasiego de droga hacia Estados Unidos.
Según cifras de la Fiscalía General de la República (FGR), entregadas a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), los guatemaltecos son los que más participación han alcanzado en las actividades del narco en México y por ello, los que registran más detenciones este año con un total de 76, seguidos por los hondureños con 49 y después los salvadoreños con 27. Las tres naciones conforman el llamado Triángulo Norte, por donde, de acuerdo con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), se trafica el 80 por ciento de la droga procedente de Sudamérica.
La mayoría de las detenciones de centroamericanos tuvieron lugar en estados de la República donde la violencia, producto de las disputas entre los cárteles, se ha desbordado en los últimos meses como Chiapas, Guerrero, Guanajuatoy Sinaloa, aunque también se registran detenciones en Jalisco, Morelos y Veracruz. Casi todas se produjeron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o en operativos.
“La cifra de centroamericanos y otros extranjeros al servicio del narcotráfico en México puede contarse ya por miles, dado que la penetración de organizaciones como el CJNG y el Cártel de Sinaloa es cada vez más amplia en los países de la región”, afirma Javier Urbano, especialista en migración y seguridad.
En entrevista, el experto agregó que las condiciones económicas y sociales por las que atraviesan las naciones que integran el llamado Triángulo Norte hacen del narcotráfico una opción para las personas que, además, huyen de las pandillas.
“América Central se enfrenta a una pobreza y desigualdad generalizada, que se agudiza con la impunidad y la corrupción, lo que convierte al narcotráfico en una opción; para muchos, la única. Además, la región ha sido por años una víctima colateral de la lucha contra el narco en México porque la guerra que emprendió Felipe Calderon aceleró que migraran hacia Centroamérica, donde ya tenían presencia desde la década de los 90”, dijo Urbano.
“Los cárteles mexicanos son ahora uno de los principales problemas internos de Honduras, El Salvador y Guatemala”, reconoce la ONU en su último informe sobre drogas en el mundo.
El número de centroamericanos muertos en enfrentamientos o por ajustes de cuentas entre narcos en México también ha ido en aumento. De acuerdo con las cifras proporcionadas, mientras en el 2018, cuando inició el gobierno del ahora ex presidente Andrés Manuel López Obrador se registró la muerte de 22 personas centroamericanas, relacionadas con el narcotráfico, en lo que va del año ya son 61. Las repatriaciones de cuerpos de guatemaltecos, cuya muerte está relacionada con narcos también subieron 40 por ciento este año, en referencia al 2023, de acuerdo con cifras del Ministerio de Gobernación de la nación centroamericana.