El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció este viernes que impulsará sus polémicas reformas constitucionales con la mayoría calificada que tendrían Morena y partidos aliados en el Congreso tras las elecciones del domingo, pese al nerviosismo en los mercados y la promesa de diálogo de Claudia Sheinbaum.
«El pueblo quiere cambios, está demostrado, quiere que se vaya purificando la vida pública, eso fue lo que se manifestó el domingo, y se alarman los que se sentían dueños de México”, declaró el mandatario en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano consideró “natural, normal, que se den estos vaivenes” en los mercados financieros, en los que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumula una caída semanal del 1,27 por ciento y el peso mexicano una depreciación de 5.42 por ciento ante el viernes pasado, tras los comicios del domingo.
“La justicia está por encima de los mercados, es como cuando se tiene que optar entre derecho o justicia, o cuando se tiene que optar entre progreso y esclavitud, o sea, son cosas de definición. Además, la gente quiere eso”, argumentó.
Analistas anticipaban la victoria de la candidata presidencial del oficialismo, Sheinbaum, quien venció con casi el 60 por ciento de los votos, pero no preveían que su alianza de partidos obtuviese una mayoría calificada, de dos tercios, en el Congreso, con lo que podría reformar la Constitución sin negociar con la oposición.
El temor entre los inversores creció este jueves, cuando el líder en el Congreso del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Ignacio Mier, dijo que el oficialismo aprovecharía su nueva mayoría a partir del 1 de septiembre para impulsar las 20 reformas anunciadas por López Obrador el 5 de febrero.
Aunque Sheinbaum, quien asume el cargo un mes después de la nueva configuración del Congreso, prometió en la noche que abriría las iniciativas al diálogo, López Obrador insistió ahora en que promoverá sus reformas “porque es conveniente para el país”.
Entre las iniciativas más controversiales están el elegir por voto popular a los jueces y a la Suprema Corte, la eliminación de los reguladores autónomos de competencia económica, energía y telecomunicaciones, y el reemplazo del Instituto Nacional Electoral (INE), el órgano independiente que organiza las elecciones.
“De todas las reformas que estamos proponiendo, la que supuestamente produce más nerviosismo en los mercados es la reforma al Poder Judicial. ¿Por qué creen? Porque el Poder Judicial está secuestrado, está tomado, está al servicio de una minoría de los de arriba”, argumentó el mandatario.
El presidente aseveró que en México “no se actúa de manera autoritaria, acaba de haber elecciones, las más limpias y libres en la historia y que todas estas reformas son en beneficio del país”.
Los cómputos finales para definir las mayorías en el Congreso se revelarán el sábado, cuando el INE dé a conocer el conteo final de votos.