El Congreso, es el órgano soberano del Partido y sus decisiones son las máximas de su jerarquía normativa. Cuenta con medios idóneos y democráticos que garantizan representatividad y obligatoriedad a sus resoluciones y al desarrollo de un proceso previo a su realización: de elección de delegados, debates y acuerdos, prácticas de crítica y autocrítica y rendición de cuentas, en asambleas y convenciones, en todos sus niveles, a lo largo y ancho del país.
Por consiguiente, que mejor al fortalecimiento del PAP que convocar el Congreso en estas horas cruciales, para desarrollar el potencial partidario, que responde a una experiencia ideológica y política y de lucha en contra de dictaduras, autoritarismo y oligarquías, de la derecha, del comunismo criollo y del militarismo, de diez décadas, que convirtieron a nuestro movimiento en el Partido más grande y fuerte del país.
INSCRIPCIÓN DEL PAP
Con ese potencial, hizo posible el PAP la reciente Inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, lo cual es digno reconocer a los compañeros, que cumplieron con su responsabilidad. Y al Congreso, en su momento, al que corresponderá remover las causas que motivaron la pérdida de la anterior inscripción, al igual que las dificultades que se presentaron actualmente.
De igual modo, decidir eficientes procesos de reestructuración, reforma estatutaria, inserción a los sectores sociales representativos del Frente Único, fortalecer sus capacidades de potenciamiento de organización y movilización.
EL DESASTRE CASTILLO
Es asimismo objetivo inmediato:
Contribuir a salvar el país del desastre llamado Pedro Castillo, resultado de desgobierno, corrupción, política económica de insustancial populismo de cuño neoliberal; atentados a la institucionalidad del Estado y el sistema democrático desventuras que llevan a perder el poco bienestar que va quedando. Vamos a un régimen de hambre y opresión, que conduce a casos parecidos de Venezuela, Nicaragua o Cuba. El país no aguanta más a Castillo y al actual Congreso de la República que son causa de este desmadre.
Y si ahora no actúa el PAP, ya será tarde.
LA AGENDA DEL CONGRESO PARTIDARIO cuenta con dos fundamentales antecedentes: un antes y otro después de Haya, que difieren, respecto al rol del partido, que tuvieron clave para su potenciamiento y renovación.
CON HAYA 1930-1979 LA ESTRATEGIA SE BASÓ EN LA RENOVACIÓN DE SUS ESTRUCTURAS Y SU DINÁMICA ORGANIZATIVA EN FUNCION DE LA DEFENSA Y AFIRMACION DE LA DEMOCRACIA LA JUSTICIA SOCIAL Y DEL FRENTE UNICO.
Tras 50 años alcanzó sus objetivos vencer proscripción, clandestinidad, persecución, con prisión destierro y martirologio, que a sangre y fuego impusieron al jefe y a cada aprista las dictaduras y el autoritarismo para que se mantuvieran las inequidades del feudalismo, la oligarquía, la plutocracia que también venció. Con logros, como CONSTITUCIÓN DEL ESTADO de 1979 moderna, progresista equitativa, antecedida de conquistas de derechos sociales y políticos a la juventud y la mujer, laborales y sindicales. reformas, como de la educación. Y sin poder ACABAR CON EL APRISMO.
DESPUÉS DE HAYA LA DÉCADA DE LOS AÑOS 80 El NEOLIBERALISMO Y OTRO ESCENARIO.
No le sorprendieron a Haya que estudió la naturaleza y las contradicciones del capitalismo liberal y el fracaso del capitalismo de Estado, en su discurso de la Asamblea Constituyente y la Constitución de 1979, a lo que opuso al estado mínimo del Neoliberalismo el estado factor de desarrollo, a la economía de libre mercado la economía social de mercado, al “costo laboral cero” o el “chorreo a los más” la movilización social y la afirmación de las reformas en defensa y promoción de los derechos laborales, sociales, sindicales. Ese fue el combate que se libró el PAP entre 1980 y 1985.
Durante los años 87, 88 y 89 los objetivos fueron dar apoyo a la gestión de gobierno de resolver problemas del desarrollo social y económico, combatir al terrorismo y al antiaprismo, con Armando Villanueva alterné la secretaría general, dándole énfasis al Frente Único.
Para tal efecto, se impulsó directivas de la relación partido-gobierno, controlaría interna y fiscalización, capacitación, formación de cuadros incluso respecto al gobierno – ej. convenio con IPAE de perfeccionamiento profesional- diálogo de las bases con ministros y altas autoridades públicas…Manifestaciones públicas constantes de respaldo a las políticas de estado, en paralelo la realización del Congreso Nacional de la Juventud – realizado en Ayacucho- Asambleas Nacionales Funcionales de profesores, mineros, portuarios estatales, campesinos y agricultores, de apristas residentes en el exterior que culminó con el Congreso Nacional del Partido.
También se desarrolló ponencias sobre gestión de políticas públicas, descentralización y regionalización, educación, política económica, ley general de trabajo y otros asuntos.
De este modo, se canalizó la crítica de sectores de la militancia al “amiguismo” a problemas de interrelación con la organización y el entorno popular que alegaban inducía a errores al gobierno, que llevó a retener locales por semanas y hacer sostenidas protestas.
Este rol del partido, es importante evaluarlo, porque permitió una importante votación para nuestro candidato presidencial y parlamentarios de entonces a pesar de subsistir cuestionamientos a la gestión del primer gobierno aprista.
EL MARKETING OTRO RASERO. LA DECADA DE LOS AÑOS 90 Y LAS SIGUIENTES. DE ANTI PARTIDOS.
Las estrategias de organización y dirección del Partido, que siguieron, subordinaron en alguna forma, los métodos funcionales y de democracia interna del frente único a responder principalmente al marketing político, de voto preferencial, carisma y otros incentivos del individualismo, que dieron menos victorias y más derrotas electorales que afectaron el Frente Único durante los últimos 49 años, y su desapego a la doctrina e ideología.
Con esa plataforma enfrentó inequidades y desafueros de la dictadura neoliberal, que acompañaron las liberalizaciones financieras, económicas, comerciales privatizaciones y concesiones, utilidades y ganancias a la inversión extranjera y nacional con beneficio únicamente al sector privado mínimos costos laborales, producto de la flexibilización y desregulación neoliberal, sin políticas de productividad y competitividad, así se ganaron mercados externos, que incrementaron y no pararon el subempleo y la informalidad. Todo esto fue calificado de capitalismo salvaje.
Finalmente, Haya de la Torre predicaba que el Frente Único era contrario a los nocivos llamados y tentaciones del individualismo, del liderazgo caudillista y personalista, que el neoliberalismo fomenta y aprovecha e obstruye el liderazgo de frente único, el fortalecimiento de nuestras organizaciones, el desplazamiento de la prioridad de los principios, la renovación de nuevos lideres, cuadros y dirigentes Le quita puntería y fuerza movilizadora a los objetivos de la justicia social, la libertad y la democracia. De ahí la necesaria tarea que debe emprender el Congreso del Partido.