El lunes 6 de enero de 2025, el Gobierno de Venezuela anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Paraguay, un acto que ocurre después de que el presidente paraguayo, Santiago Peña, expresara su apoyo al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia. Según la administración de Nicolás Maduro, las declaraciones de Peña constituyen una violación del derecho internacional y del principio de no intervención en los asuntos internos de otros países.
Motivos de la ruptura diplomática
Venezuela declaró que, en ejercicio pleno de su soberanía, decidió retirar a su personal diplomático acreditado en Paraguay y dar por concluida la relación con ese país. Este acontecimiento se da apenas unos meses después de que ambas naciones restablecieran sus relaciones diplomáticas en noviembre de 2023, tras la llegada al poder de Peña. Caracas calificó las declaraciones de Peña de «desconocimiento» de la política exterior venezolana y de la legitimidad de sus procesos internos, como el último de los muchos enfrentamientos diplomáticos entre ambos países.
En su comunicado oficial, el Ejecutivo venezolano mencionó que las palabras de Peña son una «reincidencia en una práctica fracasada», haciendo referencia a lo que calificó como un intento de interferencia similar al que se vivió durante el mandato de Juan Guaidó, quien recibió apoyo de varios países, entre ellos Paraguay, en su intento de autoproclamarse presidente de Venezuela.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, en una fotografía de archivo. EFE/Juan Pablo Pino
El contexto histórico de la relación Venezuela-Paraguay
La ruptura actual no es la primera vez que Venezuela y Paraguay atraviesan una crisis diplomática. En enero de 2019, el entonces presidente paraguayo Mario Abdo Benítez rompió relaciones con Venezuela, tras no reconocer el segundo mandato de Nicolás Maduro, al considerar que las elecciones presidenciales de 2018 fueron fraudulentas. Esta medida fue parte de un esfuerzo más amplio de países latinoamericanos y otros actores internacionales que no reconocieron la legitimidad del Gobierno de Maduro.
La nueva ruptura ocurre en un contexto donde el presidente Peña, que asumió el cargo en agosto de 2023, ha ratificado su apoyo a González Urrutia como el «presidente electo» de Venezuela, basando esta postura en los resultados de las elecciones de julio de 2024, que según la oposición, fueron fraudulentas.
El reconocimiento de Paraguay a Edmundo González Urrutia
Paraguay no tardó en responder a la decisión de Venezuela, reafirmando su apoyo a González Urrutia. El gobierno de Peña emitió un comunicado en el que reconoció a González Urrutia como el legítimo presidente de Venezuela, basándose en lo que consideran la «voluntad soberana» del pueblo venezolano. Según el comunicado, Paraguay exige que los diplomáticos venezolanos abandonen el país en las próximas 48 horas.
Santiago Peña también subrayó la necesidad de que la región latinoamericana se uniera para «trabajar por el respeto absoluto de la voluntad popular». En sus declaraciones, enfatizó la importancia de «evitar que regímenes autoritarios sigan vigentes» en la región, lo que para él, justifica su apoyo a la oposición venezolana y a la figura de González Urrutia como «presidente electo».
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, en una fotografía de archivo. EFE/Miguel Gutiérrez
Impacto de la ruptura en las relaciones internacionales
Este nuevo conflicto diplomático entre Venezuela y Paraguay podría tener consecuencias significativas en la relación de ambos países con otras naciones de América Latina y más allá. La decisión de Paraguay de apoyar a la oposición venezolana se inserta en una corriente política más amplia en la región, donde varios países han tomado partido sobre la legitimidad del Gobierno de Maduro.
Paraguay se une a otros países como Brasil, Colombia y varios miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) que, en diferentes momentos, han cuestionado el mandato de Maduro, argumentando que no fue elegido de manera libre y justa. Por otro lado, el gobierno venezolano ha insistido en que su legitimidad proviene del apoyo popular y de un proceso electoral que fue validado a nivel interno.
Repercusiones en la política interna de Venezuela
A nivel interno, la ruptura con Paraguay representa un revés para el gobierno de Maduro, quien había intentado proyectar una imagen de unidad regional y apertura diplomática tras los años de aislamiento que vivió Venezuela durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. La pérdida de apoyo de Paraguay refuerza la percepción internacional de que el país sigue profundamente dividido en términos políticos, con una fuerte polarización entre el gobierno y la oposición.
Para la oposición venezolana, el respaldo de Paraguay es un símbolo de apoyo a su lucha por la democracia y el fin de lo que consideran un régimen autoritario. La comunidad internacional, particularmente en América Latina, sigue observando de cerca los desarrollos en Venezuela, ya que la situación interna sigue siendo un tema central de debate en la región.