El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ha confirmado este lunes la muerte de 25 personas, incluidas dos agentes, en hechos violentos relacionados con las protestas por el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, aunque ha atribuido todas estas muertes a «grupos delincuenciales», también denominados «comanditos».
«Tras realizar las investigaciones podemos decir que todas las muertes puedes ser atribuidas a los grupos delincuenciales instrumentalizados por los mal llamados ‘comanditos'», ha afirmado Saab en una comparecencia pública.
Estas muertes se concentran entre el 29 y el 30 de julio, los dos días posteriores a la votación, y entre ellas se contabilizan las de dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, ha exlpicado.
Saab ha destacado que «gracias a la acción decidida y coordinada entre el Ministerio Público y los órganos auxiliares de justicia pudimos aplacar en pocas horas las acciones violentas de carácter terroristas».
Durante estos días, fueron atacadas 21 escuelas, 34 liceos y dos universidades, así como diez sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).
Además hubo ataques a once instalaciones del metro, 28 ómnibus, doce patrullas, 15 motocicletas, diez comandos policiales y 27 monumentos y estatuas, entre ellas efigies de Simón Bolívar y de Hugo Chávez.
Saab se ha referido también al comunicado de la Misión de Investigación para Venezuela de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que ha exigido este lunes el «cese inmediato» de la represión y las detenciones arbitrarias tras las elecciones.
El fiscal general venezolano ha denunciado el «doble rasero» de la misión, «que se quiere atribuir una investigación que no le compete y que el Ministerio Público tiene desarrollada».