El gobierno de Venezuela ha lanzado una advertencia al gobierno de Donald Trump respecto a la repatriación de sus ciudadanos, tras el reciente retiro de la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en el país. Este nuevo giro en la relación entre ambos gobiernos podría agravar aún más las tensiones sobre el tema de la deportación de venezolanos indocumentados.
Fin de la licencia de Chevron en Venezuela
Este martes, la Administración de Trump tomó la decisión de revocar la licencia de Chevron para operar en Venezuela, un movimiento que ha incrementado la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Según fuentes cercanas al asunto, este cambio de postura, que le da a Chevron un mes para abandonar el país, está relacionado con las críticas de Trump hacia la lentitud de Maduro para acelerar las deportaciones de venezolanos indocumentados en Estados Unidos.
La medida, que forma parte de la política más amplia de EE. UU. hacia Venezuela, ha aumentado las tensiones entre ambos países. El cierre de la licencia de Chevron también ha impactado el acuerdo de repatriación de venezolanos, que había sido discutido en una reunión clave entre Richard Grenell, enviado especial de Trump, y Maduro en enero.
Fotografía de archivo del logo de la petrolera estadounidense Chevron Corporation, en sus oficinas en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña R
Venezuela y la repatriación de ciudadanos: un acuerdo tenso
Según un informe de The Wall Street Journal, el gobierno de Venezuela ha advertido de manera privada a Estados Unidos que no recibirá a sus propios ciudadanos deportados, lo que pone en riesgo el acuerdo de repatriación. La creciente tensión en torno al tema de Chevron ha dificultado la cooperación entre ambos gobiernos, especialmente cuando se trata de deportaciones masivas de inmigrantes venezolanos en Estados Unidos.
La administración Trump, que había prometido un aumento en las deportaciones de inmigrantes indocumentados, ahora enfrenta un obstáculo adicional con esta advertencia de Venezuela. El gobierno de Maduro ha dejado claro que no recibirá a sus ciudadanos deportados bajo las condiciones actuales, lo que complica aún más la situación para las autoridades estadounidenses.