Venezuela continúa construyendo infraestructura y equipo militar cerca de la frontera con Guyana, mientras el presidente Nicolás Maduro y sus partidarios aumentan sus amenazas de anexar un pedazo de tierra guyanesa rica en petróleo.
En un informe compartido con CNN, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington, advierte que mientras el gobierno de Venezuela «tiene poco que ganar y mucho que perder de un conflicto en toda regla», continúa jugando «un juego peligroso» con respecto a su reclamo sobre la región densamente boscosa de Esequibo.
«El constante redoble de tambores que proclama que ‘el Esequibo es nuestro’, junto con la creación de nuevos mandos militares y estructuras jurídicas para supervisar la defensa de la región, está contribuyendo a institucionalizar una sensación de perpetua situación prebélica», escribió.
La tensión en torno a la región, que representa aproximadamente dos tercios del territorio nacional guyanés, aumentó el año pasado tras la celebración de un referendo en el que los votantes venezolanos aprobaron la creación de un Estado venezolano dentro de la disputada región. Guyana había calificado la medida de paso hacia la anexión y de amenaza «existencial», mientras el espectro de un conflicto armado se cernía sobre la región.
CNN informó en febrero de la ampliación de las operaciones en la base militar venezolana de la isla de Anacoco, a pesar de que ambos países acordaron en diciembre buscar una vía diplomática para resolver el conflicto.