El Vaticano ha confirmado este domingo que las medidas disciplinarias impuestas al cardenal peruano Juan Luis Cipriani, exarzobispo de Lima y primer cardenal del Opus Dei, continúan vigentes. Según informó El País, estas sanciones incluyen su retiro del cargo, el exilio de Perú y la prohibición de portar símbolos cardenalicios o hacer declaraciones públicas. Las medidas fueron adoptadas en 2019 después de una acusación de pederastia, un caso que ha generado una fuerte controversia y críticas por parte del propio Cipriani hacia el Papa Francisco.
Cipriani cuestiona las sanciones impuestas por el Vaticano
El cardenal Cipriani ha cuestionado la legitimidad de las sanciones que se le han impuesto, argumentando que no tuvo la oportunidad de defenderse ni conocer los detalles de las acusaciones en su contra. Sin embargo, la Santa Sede ha respondido a estas declaraciones, afirmando que Cipriani firmó y aceptó un precepto penal que establece las medidas disciplinarias. Además, el Vaticano ha subrayado que las sanciones no han sido revocadas y siguen siendo aplicables.
Esta controversia ha mantenido a Cipriani en el centro del debate dentro de la Iglesia, con el cardenal exigiendo una revisión del proceso que llevó a la imposición de las medidas disciplinarias.
El caso pone en duda la actuación del Opus Dei en Perú
La situación de Cipriani también ha puesto en cuestión la respuesta del Opus Dei a las denuncias de abuso sexual en Perú. Según el informe, la víctima de abuso intentó contactar al vicario regional de la organización, Ángel Gómez-Hortigüela, en 2018 para denunciar los hechos. Sin embargo, el vicario se negó a recibirla, lo que llevó a la víctima a buscar otras formas de hacer llegar su denuncia.
En un comunicado emitido el pasado sábado, el vicario Gómez-Hortigüela ofreció disculpas por no haber atendido la denuncia en su momento, reconociendo la gravedad de la situación y la responsabilidad de la organización en el manejo de estos casos. Este hecho ha generado críticas sobre la gestión de las denuncias de abuso dentro del Opus Dei, lo que resalta la necesidad de que la Iglesia Católica implemente mecanismos más efectivos para abordar y prevenir los abusos sexuales dentro de su estructura.
El Vaticano reafirma las sanciones a Cipriani y responde a sus críticas
Tras la publicación del informe de El País, Cipriani salió públicamente a defender su inocencia, criticando al Papa Francisco por imponerle sanciones sin haber tenido la oportunidad de ser escuchado adecuadamente. La Santa Sede, por su parte, desmintió estas declaraciones, aclarando que Cipriani fue informado de las acusaciones y aceptó las medidas disciplinarias impuestas tras un proceso interno.
La oficina de prensa del Vaticano enfatizó que las sanciones fueron el resultado de una investigación interna y que no se trataba de una decisión arbitraria. La Santa Sede reafirmó que las medidas, incluyendo la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y la obligación de permanecer fuera de Perú, se mantenían en vigor.
El caso Cipriani y el contexto de los abusos en la Iglesia Católica
Este caso se enmarca dentro de un contexto más amplio de denuncias de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica, que ha sido objeto de numerosos escándalos en los últimos años. Desde 2018, El País ha llevado a cabo una investigación exhaustiva sobre la pederastia dentro de la Iglesia española, recopilando una base de datos con los casos más conocidos. Además, el medio ha habilitado canales de comunicación para que las víctimas puedan reportar nuevos casos tanto en España como en América Latina.
Estas denuncias continúan exponiendo la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades eclesiásticas, y el caso de Cipriani ha renovado las preguntas sobre la efectividad de los protocolos de la Iglesia para abordar los abusos dentro de sus filas. El Vaticano, por su parte, ha sostenido que está comprometido en mejorar sus mecanismos de justicia interna, aunque las críticas siguen siendo fuertes y constantes.