La reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada para el jueves en Honduras, fue cancelada después de que se superara el «impasse» entre los presidentes de Estados Unidos y Colombia, Donald Trump y Gustavo Petro, respectivamente. La decisión fue anunciada por la cancillería hondureña a través de un comunicado oficial, en el cual se informó que la reunión no se llevará a cabo.
Cancelación de la reunión de la CELAC
La convocatoria de esta reunión había sido hecha por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien también ocupa la Presidencia Pro Témpore de la CELAC. El propósito de la cumbre era abordar temas urgentes relacionados con la migración, la unidad latinoamericana y caribeña, y el medio ambiente. Sin embargo, el evento se canceló después de que Colombia anunciara públicamente que el conflicto diplomático con Estados Unidos había quedado resuelto.
«La reunión extraordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno convocada para el 30 de enero ha sido cancelada», informó la Cancillería hondureña. La decisión fue tomada después de que se diera a conocer que Colombia había superado la controversia con Estados Unidos, lo que llevó a la cancelación de la cumbre que había sido convocada en respuesta a la crisis.
El conflicto entre Colombia y Estados Unidos
La crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos comenzó debido a una disputa entre los presidentes Trump y Petro, la cual se desató cuando el gobierno colombiano bloqueó el ingreso de vuelos militares estadounidenses con migrantes deportados desde Estados Unidos. En respuesta, Trump ordenó un incremento del 25% en los aranceles a las importaciones colombianas, lo que generó una amenaza de guerra comercial entre ambos países.
El conflicto parecía escalar rápidamente, con la posibilidad de que las relaciones entre ambos países se deterioraran aún más. En medio de esta tensión, el presidente colombiano Petro utilizó su cuenta en X para solicitar la intervención de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, quien convocó la reunión de la CELAC. Petro incluso expresó su intención de viajar personalmente a Tegucigalpa para participar en la cumbre.
Resolución del conflicto
Sin embargo, tras varias horas de negociación, Colombia aceptó los términos impuestos por el gobierno estadounidense, lo que permitió que el conflicto fuera resuelto de manera rápida. La disputa se calmó cuando Bogotá acordó permitir el regreso de los vuelos deportados desde Estados Unidos y flexibilizar las medidas comerciales. Como resultado de este acuerdo, dos aviones de la Fuerza Aérea colombiana despegaron el lunes desde Bogotá con destino a las ciudades estadounidenses de San Diego y Houston, para luego regresar con unos 200 migrantes deportados.
Con el acuerdo alcanzado entre ambos países, la crisis fue superada, lo que llevó a la decisión de suspender la reunión de la CELAC que se había convocado para discutir la situación.
Impacto de la suspensión de la CELAC
La cancelación de la reunión de la CELAC refleja cómo los conflictos diplomáticos entre grandes potencias pueden afectar la dinámica de los bloques regionales como la CELAC, que busca promover la unidad y la cooperación entre los países latinoamericanos y caribeños. En este caso, el impasse entre Estados Unidos y Colombia había generado expectativas de que la reunión pudiera ser un espacio para tratar temas de migración y otros asuntos de interés regional. Sin embargo, la resolución del conflicto entre ambos países hizo innecesaria la reunión.
Este incidente subraya la importancia de las relaciones internacionales dentro de la región y muestra cómo los desacuerdos a nivel bilateral pueden influir en la política multilateral. A pesar de la cancelación de la reunión, la CELAC sigue siendo un espacio clave para el diálogo entre los países de América Latina y el Caribe, donde se abordan temas fundamentales para el desarrollo y la integración regional.
Las implicaciones de la suspensión
La CELAC, como organismo internacional, tiene como objetivo promover la cooperación entre sus miembros en diversas áreas como la migración, el medio ambiente, la economía y la seguridad. La cancelación de la reunión programada para el 30 de enero podría haber tenido un impacto en la capacidad de los países de la región para coordinar esfuerzos en temas migratorios, especialmente con la creciente crisis de desplazamiento forzado en América Latina. Sin embargo, la pronta resolución del conflicto entre Colombia y Estados Unidos minimizó la necesidad de esta cumbre urgente, lo que permitió que los países pudieran concentrarse en otros temas sin la presión de resolver la crisis diplomática de inmediato.