La Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó el proyecto de ley económico urgente en materia de energía en Ecuador, país que atraviesa por una crisis de electricidad, que ha obligado a mantener apagones de hasta catorce horas diarias, en distintas franjas horarias.
En una sesión convocada con el carácter de urgente, la Asamblea aprobó este domingo, en segundo y definitivo debate, por unanimidad, con 120 votos a favor, el «proyecto de Ley Orgánica para Impulsar la Iniciativa Privada en la Transición a Energías Renovables».
La iniciativa presentada por el jefe de Estado, Daniel Noboa, busca promover la inversión privada en el sector eléctrico en proyectos de generación de hasta cien megavatios frente a los actuales diez.
Se trata de uno de los mecanismos para afrontar la crisis que afecta al país desde hace más de un mes, con racionamientos de electricidad que han llegado hasta las catorce horas diarias, que rigen desde el pasado viernes.
La presidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz, del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el exjefe de Estado, Rafael Correa (2007-2017) señaló que la responsabilidad de la actual crisis energética «es compartida entre los últimos gobiernos por falta de mantenimiento adecuado al parque termoeléctrico existente».
Añadió que en «estos últimos siete años no se ha incorporado ni una sola nueva fuente de generación al sistema eléctrico, pese a que paulatinamente ha ido incrementándose la demanda».
Veloz cuestionó lo que considera una «falta de dirección, carencia de directrices e incapacidad técnica en el Ministerio de Energía» y apuntó que las barcazas recientemente arrendadas «ni siquiera cumplen con las regulaciones ambientales y los parámetros operativos que requiere el sector».
Dependencia de hidroelectricidad
Actualmente Ecuador tiene un déficit de alrededor de mil megavatios para atender su demanda nacional ya que la matriz energética del país depende en más de un 70 % de centrales hidroeléctricas, afectadas por la peor sequía de los últimos 60 años, según lo ha calificado el Gobierno.
La seguridad energética del país depende principalmente de las reservas del embalse de Mazar, el segundo más grande de Ecuador con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos, que sirven para alimentar un complejo de tres centrales hidroeléctricas en el río Paute (sur) con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios.
También está a expensas de Coca Codo Sinclair, la mayor central hidroeléctrica del país, con una potencia de hasta 1.500 megavatios, que depende enteramente del caudal del río Coca.
La crisis energética de Ecuador se ha visto también agravada por la falta de inversiones en los últimos años en un sector controlado íntegramente por empresas públicas, algo que se busca revertir con el proyecto de ley aprobado este domingo.