El gobierno de Panamá desmintió este miércoles una afirmación emitida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en la que se aseguraba que el país centroamericano había acordado dejar de cobrar peajes a los buques del gobierno de EE.UU. que transiten por el Canal de Panamá. En una declaración oficial, la Autoridad del Canal de Panamá, que tiene la facultad de establecer los peajes y otros derechos relacionados con el tránsito de embarcaciones, dejó claro que no ha realizado ningún cambio en las tarifas que se aplican.
«La Autoridad del Canal de Panamá comunica que no se ha realizado ningún ajuste a las tasas de peaje», indicó en un comunicado. Además, la institución expresó su disposición a entablar un diálogo con las autoridades estadounidenses para aclarar cualquier malentendido. Esta aclaración se produce tras la afirmación del Departamento de Estado de EE.UU., que había señalado que los buques del gobierno estadounidense ahora podrían cruzar el Canal sin la necesidad de pagar las tradicionales tasas de tránsito, lo que generaría un ahorro significativo para el país norteamericano.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Departamento de Estado, esta supuesta exención de peajes significaría un ahorro de millones de dólares al año para el gobierno de EE.UU. Esta afirmación fue acompañada de una imagen de un buque naval estadounidense entrando en las esclusas del canal.
El Departamento de Estado también señaló que en los últimos 26 años, Estados Unidos había pagado alrededor de 25,4 millones de dólares por el tránsito de buques de guerra y submarinos por el Canal de Panamá, lo que se traduce en un costo anual de menos de un millón de dólares. Esta cifra fue confirmada en un comunicado de la embajada de Panamá en Cuba.
Sin embargo, el gobierno panameño respondió rápidamente a estos informes, aclarando que la Autoridad del Canal de Panamá no ha realizado ningún ajuste a las tarifas de peaje, y expresó que se encontraba dispuesto a mantener conversaciones con los Estados Unidos para resolver cualquier discrepancia.
Este malentendido se da en un contexto diplomático tenso, pues recientemente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, reiteró su promesa de “recuperar” el Canal de Panamá, lo que avivó la polémica sobre el control de la vía acuática que conecta el océano Atlántico con el Pacífico. Trump expresó su descontento con el acuerdo que otorgó a Panamá la soberanía sobre el canal en 1977, y sugirió que EE.UU. podría tomar medidas «poderosas» para retomar el control. “China está administrando el Canal de Panamá, algo que no debería haber pasado. El canal se entregó a Panamá de manera equivocada, y Estados Unidos podría recuperarlo”, declaró Trump, causando revuelo en las relaciones bilaterales.
La situación parecía haberse calmado parcialmente cuando el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, durante su primera visita al extranjero como máximo diplomático de EE.UU., se reunió con el presidente panameño Raúl Mulino. Aunque Mulino reafirmó la soberanía de Panamá sobre el canal, también expresó que había abordado las preocupaciones de Washington sobre la influencia de China en la región. En este sentido, Mulino indicó que Panamá no renovaría el memorando de entendimiento con China firmado en 2017 para unirse a la iniciativa de la Franja y la Ruta, el ambicioso proyecto de infraestructura global del gobierno chino.
El Canal de Panamá, que fue devuelto a Panamá en 2000 como resultado de un tratado firmado en 1977, sigue siendo de vital importancia para el comercio internacional. A pesar de las tensiones geopolíticas, la Autoridad del Canal de Panamá continúa operando de manera independiente, con una junta directiva designada por el gobierno panameño.
En la actualidad, el canal es gestionado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), cuyo administrador, subadministrador y junta directiva están elegidos por el gobierno panameño, pero operan con autonomía. Además, Panamá Ports, una empresa vinculada a CK Hutchison Holdings de Hong Kong, opera puertos en ambos lados del canal, Atlántico y Pacífico, aunque no controla el acceso al canal.
Las tensiones entre Panamá y EE.UU. sobre el control y las tarifas del canal no son nuevas. Desde la transferencia de soberanía en el año 2000, la administración panameña ha mantenido el control de la vía fluvial, pero siempre ha existido la preocupación en EE.UU. sobre la influencia de potencias extranjeras como China en la región. Sin embargo, la afirmación reciente de que los buques del gobierno estadounidense podrían transitar sin peajes parece ser un malentendido que, por el momento, está siendo aclarado por las autoridades panameñas.
La disputa por el Canal de Panamá se mantiene como un tema sensible en las relaciones bilaterales, con cada lado buscando garantizar sus intereses estratégicos en esta importante ruta de navegación global.