El Gobierno de Nicaragua exigió este miércoles justicia a las autoridades de Costa Rica por el asesinato del empresario nicaragüense naturalizado costarricense Otoniel Orozco Mendoza en un condominio en una zona residencial de San José.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo a través de medios oficiales en Managua que su Gobierno pidió a la Cancillería de Costa Rica un informe policial completo sobre la muerte violenta del nicaragüense, que dirigía una empresa de seguridad en Costa Rica, y que murió a causa de 14 disparos en medio de una disputa entre vecinos de un residencial en San José.
Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, acusó al autor de los disparos, el costarricense Eduardo Ramírez Zamora, de haber cometido el crimen por xenofobia y un «asesinato calculado», por lo que pidió a las autoridades de Costa Rica un «juicio justo» y «castigo» para el homicida.
Orozco Mendoza, un nicaragüense nacionalizado en Costa Rica, de 53 años, recibió el lunes pasado 14 disparos tras una discusión de dos familias vecinas en el condominio Río Palma, en la zona de Guachipelín del distrito de Escazú, un área residencial con población mayoritariamente de clase alta y media alta, en San José, y cuyo ataque quedó grabado en una cámara de vigilancia y su video divulgado, lo que ha causado conmoción tanto en Costa Rica como en Nicaragua.
Murillo envió su solidaridad y condolencias a la familia del nicaragüense, de quien dijo «fue cobardemente asesinado en un residencial de San José, de Costa Rica».
«Todos pudimos ver cómo se descargó un cartucho completo sobre la humanidad de nuestro hermano, anteayer. Nuestras sentidas, fraternales condolencias a su esposa Lilliam del Socorro Avendaño Valle, a sus cuatro hijos, a todos sus hermanos, a sus primos, sobrinos», agregó.
La también primera dama indicó que el cuerpo de Orozco Mendoza ya fue repatriado a Nicaragua y que esta tarde será sepultado en el municipio de Ciudad Darío, departamento de Matagalpa, de donde era originario.
«De verdad y de corazón, (estamos) profundamente consternados e indignados, estamos pidiendo justicia para nuestro hermano», continuó Murillo.
Insistió que su Gobierno está pidiendo a las autoridades de Costa Rica «que se haga un juicio justo, y que el hechor, el autor, que se veía con una agresividad terrible, reciba el castigo que merece».
«Ese es un crimen imperdonable. Nuestra Cancillería se ha comunicado con la Cancillería de Costa Rica haciendo ver que lo que pedimos es, por un lado, un informe policial completo, y, por otro lado, la disposición de las autoridades costarricense a hacer juicio y castigar este crimen horrendo», detalló.
Murillo anotó que el crimen ocurrió «en un vecindario de clase media» y no en las barriadas, sino en un «residencial de gente acomodada, clase media», donde residía el nicaragüense que «había trabajado duro para alcanzar ese estatus en Costa Rica».
Aseguró que su Gobierno no quiere hacer «escarnio de la esposa y de los hijos» del sospechoso, sino que lo que quieren «es que el autor de ese horrible crimen tenga el juicio que merece y el castigo que se demanda por ese asesinato calculado, porque se vio allí (en el video) cómo la persona salió con el arma, la desenfundó, se la puso en la cintura y se preparó para matar», argumentó.