Una niña venezolana de ocho años falleció y 20 personas fueron rescatadas tras el naufragio de una embarcación en aguas del Caribe de Panamá. La lancha, que transportaba a 21 personas, entre las que se encontraban migrantes de Colombia y Venezuela, naufragó mientras regresaban a sus países. Así lo informaron las autoridades panameñas este sábado.
El naufragio y el rescate de los migrantes en Panamá
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá confirmó que la embarcación naufragó la noche del viernes en aguas cercanas a la comunidad de Mansucum, en la comarca indígena Guna Yala. El naufragio ocurrió en el contexto del flujo migratorio inverso, cuando migrantes de Venezuela y Colombia intentan regresar a sus países debido a las restricciones migratorias impuestas por Estados Unidos.
El Senafront detalló que se rescató a 20 personas, entre las cuales se encontraban el capitán de la embarcación, ABDOM, y su ayudante, ambos indígenas panameños. Las personas rescatadas están recibiendo atención médica y asistencia humanitaria por parte del Senafront.
Fotografía de archivo de agentes del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá vigilando la llegada de migrantes. EFE/ Bienvenido Velasco
La tragedia de una niña venezolana en el naufragio
Lamentablemente, el naufragio dejó una víctima fatal: una niña venezolana de ocho años, cuya muerte fue confirmada por las autoridades. El Senafront expresó su pesar por la pérdida de la menor y extendió sus condolencias a la familia. El incidente resalta las peligrosas condiciones en las que muchos migrantes se ven obligados a viajar en su intento de regresar a sus países debido a las difíciles políticas migratorias que enfrentan.
Condiciones adversas y la falta de precaución ante el mal tiempo
Las autoridades panameñas señalaron que la embarcación que sufrió el naufragio ignoró las advertencias sobre las condiciones climáticas adversas en la zona. Mientras tanto, otras dos embarcaciones decidieron suspender su viaje hacia La Miel, un pueblo cercano a la frontera con Colombia, debido al mal tiempo. Este hecho ha sido considerado como la causa principal de la tragedia.
El Senafront activó de inmediato los protocolos de emergencia y desplegó unidades de la Brigada Caribe para las labores de búsqueda y rescate. A pesar de los esfuerzos, el naufragio resalta una vez más los peligros que enfrentan los migrantes en su travesía, particularmente aquellos que buscan regresar a sus países de origen.
Fotografía de archivo de migrantes cruzando el río Tuquesa en Panamá luego de pasar por la selva del Darién. EFE/ Bienvenido Velasco
El contexto del flujo migratorio inverso en Panamá
El naufragio ocurrió en el marco del denominado «flujo migratorio inverso», que describe el viaje de regreso de migrantes a sus países de origen debido a las restricciones migratorias en otros destinos, como Estados Unidos. Este fenómeno se ha intensificado debido a las medidas más estrictas de control migratorio implementadas por Panamá y la política migratoria de Estados Unidos, que ha dificultado el acceso a los migrantes a este país.
En el último año, Panamá ha recibido un número considerable de migrantes, en su mayoría provenientes de Colombia y Venezuela, muchos de los cuales han atravesado la peligrosa selva del Darién, una de las rutas más peligrosas de América Latina. Sin embargo, los migrantes ahora se están viendo obligados a regresar, ya que las políticas migratorias de Estados Unidos se han vuelto más restrictivas, lo que complica la entrada a ese país.
El naufragio como consecuencia de las restricciones migratorias
La caída del flujo de migrantes por Panamá ha sido significativa en los últimos meses. En enero de este año, el número de migrantes que cruzaron el Darién cayó un 94 % en comparación con el mismo mes del año anterior, debido a un endurecimiento de las políticas migratorias tanto de Panamá como de Estados Unidos. Durante el mes de enero de 2024, solo 2.158 migrantes cruzaron el Darién, frente a los 34.839 que lo hicieron en el mismo período de 2023.
El flujo migratorio inverso ha aumentado considerablemente, con grupos de migrantes que han comenzado a intentar ingresar a Panamá desde Costa Rica en su viaje de regreso hacia Venezuela y Colombia. En respuesta a esta situación, Panamá ha aceptado ser un país «puente» para la repatriación de migrantes irregulares, y ha recibido a casi 300 migrantes enviados por Estados Unidos.