En su año de estreno como presidente, el ultraderechista argentino Javier Milei ejecutó el ajuste “más grande de la historia de la humanidad”, como lo calificó, sobre el gasto público y con apenas un puñado de legisladores en el Congreso y ningún gobernador de su partido. Para 2025, cuando su gestión enfrentará elecciones de medio término, ya prometió que “se viene la motosierra profunda”.
“Si pudimos hacer tanto con todo el mundo en contra, imagínense todo lo que podemos hacer con viento a favor. Podría ir el doble de lejos, el doble de rápido”, afirmó el mandatario argentino en el discurso que ofreció el pasado 10 de diciembre al cumplirse un año de su llegada al poder en Argentina.
¿Encontrará algún freno a sus planes?
“El país está dividido mitad y mitad, como está dividido Estados Unidos y Brasil”, señaló el analista Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría. “Lo que sucede es que la mitad que está con Milei está unida y tiene un líder. La mitad que no está con Milei está dividida y no tiene un líder”.
Una oposición fragmentada y con crisis de liderazgos explica en gran medida el margen de maniobra que ha tenido el economista ultraliberal para podar al Estado y lograr lo que ningún gobierno pudo en los últimos 20 años: cerró el grifo de la emisión monetaria, recortó el financiamiento a las provincias y universidades, suspendió la obra pública, redujo subsidios a la energía y el transporte, eliminó ministerios y despidió a miles de empleados púbicos, entre otras medidas, que ayudaron a contener el déficit fiscal y bajar la inflación.
Como contracara de su éxito para domar la inflación, la pobreza se disparó a más del 50% y el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo, con una proyección de caída de entre 2,5% y 3,2% para este año. En tanto, el consumo tuvo en noviembre una caída del 20% interanual y acumula 13,5% en el año, al ritmo de una fuerte pérdida del valor real de salarios y jubilaciones.
Aun así, Milei cerró su primer año de mandato con aprobación y desaprobación en igual medida, 49%, de acuerdo al Monitor de Humor Social y Político que realiza mensualmente la consultora D’Alessio IROL / Berensztein. Un 53% de los 1.124 consultados manifestó que su situación económica es peor que hace un año, pero el mismo porcentaje mira con optimismo el 2025, cuando los argentinos votarán para renovar el Congreso.
“Por primera vez en muchos años, las elecciones del año próximo no se tratarán de personas, sino de ideas”, reflexionó Milei. “Será una elección entre los políticos rancios del pasado —a los que llama “casta” — o nuestra agenda del futuro”.
El futuro del peronismo
El partido fundado por Juan Domingo Perón en la década de 1940 ha marcado desde aquella época el pulso de la política argentina por su pragmatismo para enarbolar las banderas de la justicia social en los 50, abrazar el neoliberalismo en los 90 y tornarse progresista en los 2000.
El triunfo de Milei, en gran medida impulsado por la decepción y malestar social con el gobierno peronista de Alberto Fernández (2019-2023), ha sumergido esa fuerza en una crisis de identidad y desatado una puja interna entre el bando que responde a la expresidenta y exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y otro que pretende desbancarla.
“Hay que generar un proyecto nacional, un modelo de producción, un modelo que incorpore a las grandes mayorías cuando esto finalmente termine”, expresó Fernández de Kirchner al asumir la presidencia del peronismo días atrás.
No está claro que la dirigente pueda liderar la nueva propuesta. Carga sobre sus espaldas con una condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por corrupción durante sus dos gobiernos (2007-2015) —esta sentencia está bajo revisión de la Corte Suprema— y enfrentará próximamente nuevos juicios.
“Es una figura que está disminuida”, diagnosticó el analista Fraga.
Dispuesto a tomar la posta está Axel Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires —principal distrito del país— y ahijado político de la propia Fernández de Kirchner. Sin embargo, en el último tiempo se ha distanciado de ella y propuso “una nueva melodía” para el peronismo.
Kicillof, un economista de orientación heterodoxa y fuertemente crítico con las políticas ultraliberales de Milei, es el dirigente peronista que mejor mide en las encuestas, con 34% de imagen positiva, según D’Alessio IROL / Berensztein.
Un triunfo del peronismo en Buenos Aires en las elecciones legislativas del próximo año pueden perfilar a Kicillof como candidato del peronismo a la presidencia en 2027.
Sin embargo, para el analista político y columnista del diario Perfil, Hugo Haime, Milei “pone en aprietos al peronismo porque hoy carece de una identidad definida y no tiene claro quién es el sujeto social al cual hablarle o representar”.
Un aliado no correspondido
El otro referente de la oposición en Argentina es el expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019). A diferencia de Fernández de Kirchner, su partido PRO apoyó al actual mandatario en el balotaje que lo llevó a la presidencia y fue vital el aporte de sus legisladores para aprobar un paquete de reformas en el Congreso.
Pero el exmandatario y titular del PRO siente que ese apoyo no fue debidamente retribuido —pretendía que varios ministerios fueran destinados a dirigentes de su línea— y no comulga con el estilo confrontativo que impone Milei.
“Desafío que alguien me diga que en la historia política argentina hubo un partido de la oposición que hizo tanto por el oficialismo como lo ha hecho PRO este año”, comentó Macri en un reciente cónclave partidario. “Lo hicimos aún sorprendidos por el destrato permanente del gobierno… Pero lo hacemos por la gente, queremos que el país salga adelante”.
Pese a ello, Macri y Milei están en plena negociación para un acuerdo electoral con vistas al 2025. La idea es que en algunos distritos los candidatos de ambas fuerzas políticas vayan en la misma boleta.
Los argentinos votarán en octubre del año próximo para renovar 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado.
“El PIB este año cayó 4% y lo que pronostican es que sube 4% el año que viene. La gente va a sentir esa suba y esto lo puede ayudar a Milei”, pronosticó Fraga.