El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó el pasado jueves que viajará a la ciudad boliviana de Santa Cruz el próximo 9 de julio para “fortalecer” la democracia y a su homólogo Luis Arce.
Lula repitió durante una entrevista radiofónica que está en contra del intento de golpe de Estado vivido el miércoles contra su “amigo” Arce y que es “muy importante” que Bolivia se mantenga como un régimen democrático.
En ese sentido, señaló que, si prosperase un golpe, Bolivia no podría entrar en el Mercosur, el bloque comercial del que forman parte Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay y al que el país andino está en vías de acceso.
El mandatario recordó que Bolivia, pese a su enorme riqueza mineral, es un país aislado y sin acceso al mar, y que el Gobierno brasileño está impulsando un proyecto de infraestructura para facilitar las conexiones de la nación andina con Brasil y Perú.
Además de ver a Arce, a quien dijo conocer bien, Lula aseguró que durante su visita a Santa Cruz se reunirá con empresarios, frente a quienes defenderá la idea de que “solo la democracia puede permitir que Bolivia crezca”.
Tropas leales al ex comandante general del Ejército boliviano Juan José Zúñiga rodearon en la tarde del miércoles la sede del Poder Ejecutivo en La Paz en un intento por cambiar el gabinete.
Sin embargo, a las pocas horas, Zúñiga fue detenido y Arce nombró nuevos comandantes del Ejército, quienes llamaron a las tropas a volver a los cuarteles, orden que fue cumplida.