La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció este martes que el país ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para continuar con el tratado de extradición vigente, el cual estaba en riesgo de expirar el 28 de febrero. Este acuerdo se alcanzó luego de una breve disputa diplomática que surgió por declaraciones de la embajadora estadounidense en Tegucigalpa. En su mensaje, la presidenta destacó que el tratado se renovará con las salvaguardas necesarias para proteger los intereses de Honduras y garantizar su aplicación objetiva, respetando al mismo tiempo la integridad de las Fuerzas Armadas hondureñas.
El tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos ha sido un tema importante en la relación bilateral, especialmente porque implica la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. En su mensaje a través de la plataforma social X, Xiomara Castro aseguró que el acuerdo estará acompañado de medidas que preserven la soberanía del país y el respeto a las instituciones nacionales, en particular a las Fuerzas Armadas.
El contexto detrás de la renovación del tratado de extradición
Este acuerdo llega en un momento delicado, después de que en agosto pasado, la presidenta de Honduras ordenara la denuncia del tratado de extradición ante las tensiones generadas por una serie de declaraciones de la embajadora estadounidense, Laura Dogu. La diplomática expresó su preocupación por una reunión en Venezuela entre el ministro de Defensa de Honduras, Manuel Zelaya, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, quienes, según la embajadora, aparecían en imágenes al lado de un presunto narcotraficante. Las imágenes mostraban a Zelaya junto al ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, quien es señalado por Estados Unidos de estar involucrado en el tráfico de cocaína.
Fotografía de archivo de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro (EFE/ Carlos Lemos)
Esta situación generó una fuerte reacción de parte del gobierno hondureño, que calificó las declaraciones de Dogu como “injerencia” en los asuntos internos del país. En respuesta, la presidenta Castro acusó al gobierno de Estados Unidos de tratar de influir en la política interna de Honduras a través de su embajada y otros representantes, algo que consideró “intolerable”. Sin embargo, tras la intervención diplomática, ambos países lograron llegar a un acuerdo renovado sobre el tratado de extradición.
Las implicaciones del tratado de extradición para Honduras y Estados Unidos
El tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos es un acuerdo clave en la cooperación internacional contra el narcotráfico y otros crímenes transnacionales. Honduras ha sido un país estratégico en la lucha contra el tráfico de drogas debido a su ubicación geográfica en el corazón de América Central. Esto ha llevado a que el país se convierta en uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región en cuanto a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Sin embargo, el tratado también ha sido un tema sensible en la política interna de Honduras, donde algunos sectores temen que pueda ser utilizado con fines políticos. Este temor aumentó en el contexto electoral del país, con comicios primarios e internos previstos para el 9 de marzo y las elecciones generales a finales de noviembre. La preocupación radica en que el tratado de extradición pueda ser utilizado como herramienta para perseguir a opositores políticos o involucrarse de manera indebida en los procesos electorales.
Fotografía de archivo del canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, en Tegucigalpa (Honduras). EFE/ Gustavo Amador
El renovado acuerdo y las salvaguardas de Honduras
En su mensaje en la plataforma social X, Xiomara Castro destacó que el renovado acuerdo de extradición incluirá “las salvaguardas necesarias” para asegurar que no se utilice de manera indebida. Estas salvaguardas están orientadas a garantizar la protección de la soberanía de Honduras y el respeto a las instituciones del país, en especial las Fuerzas Armadas, las cuales, según la presidenta, son fundamentales para mantener la seguridad, la paz y la integridad del proceso electoral democrático de Honduras.
Además, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, reiteró que la preocupación de su país respecto a la aplicación del tratado tiene que ver con el uso político del mismo en un contexto electoral. En una declaración, Reina expresó que la extradición es una herramienta útil para la lucha contra el crimen organizado, pero que se debe evitar su uso para fines políticos o electorales.