Una resolución emitida por el Tribunal Penal del I Circuito Judicial de San José, la capital de Costa Rica, ordenó este lunes el arresto con fines de extradición a Chile de Mikel Villegas, quien contaba con una alerta roja internacional por su presunta participación en el secuestro y homicidio del exmilitar venezolano Ronald Ojeda ocurridos en el país austral en febrero de este año.
Según el ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora, la resolución judicial establece “el arresto hasta por dos meses, de conformidad con los artículos 7 y 9 de la Ley de Extradiciones”.
Villegas, de nacionalidad venezolana, fue detenido el pasado viernes por la Policía de Migración costarricense, cuando intentaba ingresar en un autobús proveniente de Panamá, como parte del traslado de flujo migratorio mixto. Según Zamora, Villegas fue detectado cuando, al pasar por los filtros de seguridad, el sistema reflejó una alerta por los delitos de secuestro y homicidio.
La oficina de prensa de esta institución le dijo a CNN que ya se inició el proceso formal de extradición y que, acatando la orden judicial, la Policía Profesional de Migración entregó este lunes a Villegas a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Agregó que Villegas tendrá acceso a un defensor público, o a uno privado si él lo solicita.
Villegas estuvo también en manos del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica para verificar su identidad con las autoridades de Chile, quienes solicitaron la notificación roja (solicitud mundial para localizar y detener provisionalmente) de Interpol. Según el Ministerio de Seguridad, el OIJ también ejecuta la orden judicial de arresto y la solicitud de Interpol.
Previamente, las autoridades de Chile habían señalado que solicitaron apoyo a la Interpol para dar con el paradero de dos sospechosos de haber participado en el homicidio de Ojeda, incluido Villegas.
El 21 de febrero, al menos tres personas vestidas como agentes de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) llegaron con un artefacto para forzar puertas hasta el departamento Ojeda, que vivía junto a su pareja, su hijo de cuatro años y una hermana en la comuna de Independencia, en Santiago.
Los uniformados sacaron a Ojeda de la casa contra su voluntad. Posteriormente, su cuerpo fue encontrado en una maleta sepultada bajo 1,4 metros de cemento en la comuna de Maipú, en Santiago de Chile, el 1 de marzo.
La investigación de este caso en Chile sigue clasificada como “reservada». El abogado de la familia de Ojeda ha dicho previamente que no descartaban ningún móvil de este crimen.