El partido Movimiento al Socialismo (MAS) inició su Décimo Congreso este viernes en la ciudad de El Alto, Bolivia, en el que se espera que elija a su nuevo dirigente. Más de 4.500 policías han sido desplegados para resguardar la seguridad del evento, de acuerdo con la Agencia Boliviana de Información (API).
La cita ocurre en medio de tensiones entre el presidente de Bolivia Luis Arce y su predecesor, Evo Morales, quien dijo a través de su cuenta de Facebook que considera que el congreso es “ilegal” y que, con la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de supervisarlo, “se acabó la democracia”, en el país.
“Cualquier problema que se presente va a ser responsabilidad del gobierno”, indicó el expresidente de Bolivia. “Imponiendo que el Tribunal Supremo supervise este congreso totalmente ilegal”.
El TSE anuló el congreso del MAS que se celebró en octubre del año pasado y al que asistieron las corrientes del partido que apoyan a Morales, que lo ratificaron como dirigente y lo eligieron candidato único a las elecciones presidenciales de 2025.
La decisión del TSE invalidó la candidatura de Evo, lo que alentó protestas por sectores afines al expresidente que causaron pérdidas por más de US$ 680 millones en febrero de este año.