La Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) del presidente Nayib Bukele, ratificó el miércoles una reforma controversial que permite realizar cambios exprés a la Constitución. Esta enmienda marca un cambio significativo en el proceso legislativo para modificar la Carta Magna del país, generando intensos debates y críticas tanto dentro como fuera del poder legislativo.
La reforma constitucional exprés en El Salvador
El miércoles, la Asamblea Legislativa aprobó la reforma que autoriza que una misma legislatura pueda aprobar y ratificar enmiendas constitucionales, eliminando el requisito previo de que dos legislaturas sucesivas debían votar sobre los cambios. Esta modificación fue ratificada con 57 votos a favor de los diputados de Nuevas Ideas y sus aliados, mientras que los tres legisladores de la oposición votaron en contra, mostrando una clara división política en torno a la reforma.
Con la nueva disposición, los cambios constitucionales podrán ser aprobados en una sola legislatura, siempre que cuenten con el respaldo de tres cuartas partes de los diputados electos, es decir, al menos 45 de los 60 legisladores. Esta modificación elimina uno de los frenos más importantes que existían para cambiar la Constitución y se ve como un punto de inflexión en la forma en que El Salvador puede adaptarse a los rápidos cambios que enfrenta la sociedad global.
El presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, Ernesto Castro, en una fotografía de archivo. EFE/Rodrigo Sura
El oficialismo justifica la reforma exprés a la Constitución
El partido oficialista, Nuevas Ideas, justifica la reforma alegando que es necesaria para que el país pueda responder de manera ágil a las «realidades sociales» que exige la ciudadanía y a los constantes cambios que enfrenta el mundo en términos políticos, económicos y sociales. Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, defendió la reforma argumentando que el país necesita herramientas más rápidas para adaptarse a las transformaciones globales.
Sin embargo, las críticas a la reforma han sido intensas. La redacción original del artículo 248 de la Constitución establecía que cualquier modificación debía ser aprobada por una legislatura con mayoría simple y ratificada en una segunda legislatura con los dos tercios de los votos. La enmienda ahora permite que el proceso se haga en una sola legislatura, un cambio que ha sido recibido con escepticismo por la oposición.
La oposición rechaza las reformas exprés
Los partidos de oposición han sido vehementes en su rechazo a esta reforma. Marcela Villatoro, diputada del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), criticó duramente el proceso. En sus declaraciones, acusó al oficialismo de violar el proceso establecido en la propia Constitución, además de desconocer sentencias previas de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Según Villatoro, lo que el gobierno está haciendo es «trastocar el fondo de la Constitución» bajo el pretexto de una necesidad urgente, lo que, según ella, amenaza la integridad del marco legal del país.
La legisladora también destacó que el cambio a la Constitución podría tener implicaciones mucho más profundas que lo que el oficialismo está dispuesto a reconocer. «Ustedes se están autodenominando constituyentes», señaló, en referencia al papel que el partido oficialista está asumiendo al proponer cambios tan significativos sin un proceso más riguroso.
El impacto de la reforma en la política salvadoreña
Uno de los aspectos de la reforma que ha generado más controversia es el posible impacto que tendría sobre el financiamiento público a los partidos políticos. Caleb Navarro, diputado oficialista, argumentó que esta reforma también podría ayudar a reducir la «deuda política» de los partidos, es decir, los fondos públicos que reciben para financiar sus actividades, incluidas las campañas electorales. Este argumento ha sido percibido como una estrategia para eliminar lo que algunos consideran una carga innecesaria para las arcas del Estado.
Sin embargo, esta explicación ha sido rechazada por los opositores, quienes afirman que el verdadero propósito detrás de la reforma es asegurar que el oficialismo tenga más control sobre el proceso de reforma constitucional, lo que le permitiría avanzar más fácilmente en cambios que beneficien sus intereses.
El origen de la reforma constitucional exprés
La reforma constitucional exprés tiene su origen en una iniciativa propuesta por el presidente Bukele en 2020. En ese momento, el mandatario asignó a su vicepresidente, Félix Ulloa, la tarea de coordinar el estudio y la propuesta de una reforma constitucional. En septiembre de 2021, Bukele recibió un anteproyecto que contemplaba modificar más de 200 artículos de la Constitución, aunque hasta el momento dicho documento no ha sido presentado ante la Asamblea Legislativa.
La reforma que finalmente fue ratificada no abarca todos los cambios propuestos inicialmente, pero sí marca un paso importante en la flexibilización del proceso de modificación constitucional. Muchos observadores consideran que esta medida podría facilitar aún más la implementación de las reformas que Bukele ha propuesto durante su mandato, especialmente aquellas relacionadas con el control del poder y la expansión de la influencia del gobierno sobre distintas instituciones.