Este domingo, Ecuador acudirá a las urnas en un contexto marcado por el llamado «conflicto armado interno» que el presidente Daniel Noboa declaró hace un año en un intento por combatir las bandas criminales que asolan al país. Sin embargo, esta medida no ha logrado frenar la violencia, y hasta el momento, no se ve un final cercano a la crisis. La violencia sigue siendo alta y otros delitos como secuestros y extorsiones no hacen más que aumentar. Aunque las cifras de la Policía muestran que las muertes violentas disminuyeron un 15 % en 2024, la situación de inseguridad sigue siendo crítica.
¿Qué impacto ha tenido la declaración de «conflicto armado interno» en la seguridad de Ecuador?
La violencia en Ecuador continúa siendo un desafío, a pesar de los esfuerzos del gobierno. La declaración de «conflicto armado interno» ha permitido que las Fuerzas Armadas trabajen junto a la Policía Nacional para tratar de restablecer el orden en el país. Sin embargo, la experta en seguridad Carla Álvarez, del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), señaló que este esfuerzo ha sido insuficiente. «No hemos visto una reforma consistente del sistema carcelario ni un control efectivo de las cárceles, que siguen siendo el epicentro de la criminalidad en el país», explicó Álvarez. Esto refleja que la violencia sigue siendo una amenaza, incluso en el contexto de las medidas de excepción impuestas por el gobierno.
A pesar de la reducción de las muertes violentas en un 15 % en 2024, la sensación de inseguridad persiste, y otros delitos como los secuestros y las extorsiones han aumentado considerablemente. Según datos de la Fiscalía, hasta diciembre de 2024, se habían registrado 22.412 casos de extorsión, un aumento respecto a los 21.812 en 2023. En cuanto a los secuestros, la cifra ascendió a 1.844 en 2024, comparado con los 1.643 del año anterior.
Simpatizantes del candidato a la presidencia de Ecuador Henry Kronfle del Partido Social Cristiano (PSC). EFE/ Carlos Durán Araújo
Las cifras de violencia en Ecuador siguen siendo alarmantes
Aunque el número de muertes violentas en Ecuador descendió ligeramente en comparación con 2023, las tasas siguen siendo altas en comparación con otras naciones de América Latina. El país se mantiene entre las naciones con las tasas de homicidio más elevadas en la región, y los delitos como los secuestros y las extorsiones siguen creciendo. Esto refleja que, a pesar de la disminución en las muertes violentas, el panorama de seguridad en Ecuador sigue siendo sumamente incierto.
El 2024 cerró con un total de 6.964 muertes violentas, en comparación con las 8.237 registradas en 2023, que fue el año más violento para el país. Sin embargo, los secuestros y las extorsiones han incrementado significativamente, lo que genera una creciente preocupación sobre la capacidad del Gobierno para enfrentar esta creciente ola criminal. «Hay un balance claroscuro», dijo Álvarez. «La disminución de las muertes violentas no nos lleva a decir que Ecuador está en paz, porque los delitos y las amenazas siguen aumentando».
¿Está el Gobierno enfrentando un «callejón sin salida» con su estrategia de seguridad?
La declaración de «conflicto armado interno» ha sido vista por algunos analistas como una medida sin salida para el Gobierno. En declaraciones recientes, la experta Carla Álvarez explicó que el aumento de la violencia en los últimos meses y la falta de resultados concretos han llevado a que este enfoque se perciba como un «callejón sin salida». De acuerdo con la especialista, el Gobierno no ha logrado derrotar a las 22 organizaciones criminales identificadas en el primer decreto de estado de excepción. A pesar de los esfuerzos conjuntos de la Policía y las Fuerzas Armadas, la violencia persiste sin control.
Artistas animan en una caravana con motivo del cierre de campaña del presidente de Ecuador y candidato a la reelección por el Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa. EFE/ Carlos Durán Araújo
Además, los estados de excepción y las medidas de toque de queda, que han restringido derechos fundamentales como el libre tránsito, han sido declarados inconstitucionales por la Corte Constitucional de Ecuador. Algunos de estos decretos fueron anulados al considerarse que no justificaban adecuadamente la situación de «conmoción y alarma interna» que el gobierno alegaba como base para su implementación. Esto muestra la complejidad de la situación, donde las políticas de seguridad parecen no tener el impacto esperado.
¿Qué soluciones se están buscando ante la crisis de seguridad en Ecuador?
Algunos analistas, como Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia del Ejército, consideran que la decisión del Gobierno de declarar al país en «conflicto armado interno» fue acertada. Sin embargo, Pazmiño reconoció que los 14 meses que Daniel Noboa lleva en el poder son insuficientes para implementar soluciones estructurales. A pesar de las dificultades, Pazmiño aseguró que esta medida ha permitido identificar claramente las amenazas y los enemigos del Estado.
A lo largo del año pasado, el Gobierno implementó mecanismos de coordinación entre la Policía y las Fuerzas Armadas, como la creación del Bloque de Seguridad y la Fuerza de Tarea Conjunta, con el objetivo de combatir a los grupos criminales. Sin embargo, la persistencia de los secuestros y las extorsiones, que han aumentado en el último año, refleja que estas medidas no han logrado frenar la violencia de manera efectiva.