Ecuador anunció el domingo la suspensión de los racionamientos de energía eléctrica durante los próximos siete días, aunque continúa un estado de excepción en el país andino por calamidad pública debido al déficit de generación.
La incorporación de 156 megavatios de generación termoeléctrica, el incremento de las lluvias en la zona que ha elevado el nivel de los embalses en las centrales hidroeléctricas, y la compra de hasta 6 gigavatios a Colombia, permitieron adoptar la medida, informó el ministro de Energía encargado Roberto Luque.
Pese al cese en los cortes eléctricos esta semana, eso “no quiere decir que no estemos en crisis”, aclaró Luque, y advirtió que si continúa la presencia de sedimentos en la central hidroeléctrica Coca Codo, tal como ha sucedido en los últimos días, los racionamientos podrían retornar.
La central Coca Codo es la de mayor generación del país, con una producción de 1.200 megavatios.
Luque adelantó que si bien las proyecciones climatológicas señalan que habrá lluvias y el nivel de los embalses de las principales centrales hidroeléctricas aumentará, el país debe prepararse para el estiaje de septiembre, por lo que se analizan las opciones de generación y compra de energía.
Los súbitos racionamientos llegaron a mediados de abril por el agotamiento del caudal de la reserva más importante del país, el embalse de Mazar, que alimenta a las centrales hidroeléctricas, Paute y Sopladora, y que junto con la central Coca Codo producen cerca del 40% de la energía que requiere el país.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el 19 de abril el estado de excepción por calamidad pública debido a la emergencia, que trajo consigo la imposición de apagones de hasta 13 horas, los cuales fueron disminuyendo paulatinamente hasta las dos horas.
Ecuador llegó a registrar un déficit de generación de 1.000 megavatios diarios, frente a un consumo promedio de 4.570 megavatios.