Ecuador ha recuperado el voto en la Asamblea General de las Naciones Unidas que había perdido por mantener una deuda de alrededor de 11,7 millones de dólares que arrastra desde el 2016. “Es otra de las deudas heredadas”, dijo la canciller Gabriela Sommerfeld. El país debía hacer un pago mínimo de 1,9 millones de dólares para salir de la lista de morosos y recuperar el poder de consignar su voto. Un derecho que perdió en la Asamblea General que se convocó de emergencia a inicios de mayo, cuando los miembros resolvieron reforzar los derechos de participación de Palestina dentro de la organización y pidió al Consejo de Seguridad donde Ecuador es uno de los diez países no permanente desde diciembre de 2023, y que espera que se le acepte como miembro. En ese entonces, el representante ecuatoriano no pudo votar. No es un tema menor, explica Esteban Santos, abogado internacionalista. “Un país siempre quiere venderse al mundo como una nación seria, estable, atractiva para las inversiones, y es difícil hacerlo cuando ni siquiera podemos sentarnos en la mesa de todos los países”, añade.
La compleja situación económica de Ecuador no permitió que se pueda realizar de inmediato el abono. El país debe solventar una deuda interna de cerca de 30.000 millones de dólares donde están incluidos los municipios y los proveedores del Estado que en casos como en el sector de la salud tienen meses esperando el pago del Gobierno por los servicios que han brindado. Pero el organismo de Naciones Unidas fue una prioridad para el Gobierno. El 22 de mayo se registró el pago mínimo de Ecuador que le permitió recuperar el voto y salir de la lista de países morosos donde están Afganistán, Comoras, Santo Tomé y Príncipe, Somalia y Venezuela. “Vamos a ir pagando en cuotas”, añadió la canciller ecuatoriana, sin especificar un cronograma. Las obligaciones económicas iniciaron en el Gobierno de Rafael Correa. La deuda comenzó acumularse en la administración de Lenin Moreno y Guillermo Lasso, quien ordenó un abono a finales de 2022.
La Asamblea General es el órgano principal de las Naciones Unidas que está integrada por 193 naciones que tienen representación en voto en igualdad. En el artículo 19 de la Carta de la ONU, especifica que el país miembro que esté en mora en el pago de sus cuotas financieras para los gastos de la organización, no tendrá voto en la Asamblea General. “Cuando la suma adeudada sea igual o superior al total de las cuotas adeudadas por los dos años anteriores completos”, especifica el documento. La deuda del país corresponde a las cuotas para el presupuesto ordinario de la ONU, así como el aporte a los tribunales internacionales, donde Ecuador ha sido demandado por México por violación al derecho internacional al entrar a la fuerza en su Embajada en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba refugiado en la casa diplomática desde mediados de diciembre. Por lo que estar en mora y perder el derecho al voto en el organismo no es el mejor escenario para el país que ha sido condenado por la comunidad internacional tras la decisión presidencial de asaltar la legación mexicana.
Además, México ha pedido a la Corte Internacional de Justicia en La Haya que Ecuador sea suspendido como integrante de la ONU en tanto no emita una disculpa pública, y reconozca las violaciones a los principios y normas fundamentales del derecho internacional, y de esa forma, garantizar la reparación del daño moral. Pero la defensa de Ecuador en la CIJ ha sostenido la decisión del presidente Noboa de haber entrado en la embajada para evitar la impunidad en el país. El argumento es que Glas tiene dos condenas por corrupción sentenciadas por la justicia nacional y otro proceso judicial en marcha.