Este sábado, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, nombró a Cynthia Gellibert como vicepresidenta temporal, un día después de que Verónica Abad, vicepresidenta electa, anunciara que asumirá la Presidencia del país. Este cambio en la administración ecuatoriana ocurre en un contexto político tenso, marcado por el enfrentamiento entre Noboa y Abad, así como por una serie de decisiones controvertidas que han generado incertidumbre sobre la gobernabilidad del país.
El nombramiento de Gellibert se da pocas horas después de que Abad asegurara que tomará el mando de la Presidencia el lunes, en cumplimiento con la ley. Según Abad, su asunción tiene un «mandato expreso» de la ley, ya que Noboa necesitaría pedir licencia para participar en la campaña electoral para su reelección, prevista para los comicios de febrero de 2025.
La vicepresidencia temporal de Sariha Moya y el nombramiento de Gellibert
El presidente Noboa había nombrado anteriormente a Sariha Moya como vicepresidenta temporal el pasado jueves 2 de enero. Sin embargo, Moya fue reemplazada por Gellibert, debido a problemas de salud, lo que retrasó su desempeño en el cargo. La designación de Gellibert llega en medio de una crisis política que ha puesto en duda la estabilidad de la administración de Noboa, especialmente en un contexto donde la vicepresidencia vacía podría generar tensiones en el gobierno.
El gobierno de Noboa ha defendido la decisión de designar a Gellibert, argumentando que la figura de la vicepresidencia debe ser ocupada por una persona de confianza para mantener el orden y la continuidad en las funciones del Ejecutivo. Esta acción ha sido vista como una medida para frenar el ascenso de Verónica Abad, quien ha mostrado públicamente su intención de asumir la Presidencia.
Instagram: @cynthiagellibertec
Verónica Abad asume la Presidencia por mandato constitucional
Pocas horas después de la designación de Gellibert, Verónica Abad se dirigió a la nación a través de sus redes sociales para confirmar que asumirá la Presidencia de Ecuador el lunes. Abad recalcó que su decisión se basa en un mandato constitucional, argumentando que el cargo de vicepresidencia debía ser ocupado por quien fuera elegido en las urnas. En su mensaje, Abad expresó su compromiso con una gestión «responsable, imparcial y respetuosa de la democracia».
La vicepresidenta electa destacó que su gobierno será «de paz, serenidad y absoluto respeto a la institucionalidad democrática». También subrayó que no se permitirán «los negociados ni el mal uso de los recursos públicos», y aseguró que su administración se enfocará en «dar continuidad y estabilidad» a la gestión del gobierno.
Abad también recordó que la voluntad popular, expresada en las urnas, debe ser respetada, señalando que el pueblo ecuatoriano merece una administración «soberana» y «clara en los objetivos». La tensión política entre la administración de Noboa y la figura de Abad sigue en aumento, generando expectativas sobre cómo se resolverá este conflicto de poder.
La vicepresidenta Verónica Abad, en una fotografía de archivo. EFE/Alexander Martínez
La polémica sobre la licencia de Noboa para la campaña electoral
El ministro de Gobierno, José de la Gasca, ha generado controversia al afirmar que no es obligatorio que el presidente Noboa pida licencia para iniciar su campaña electoral. Según De la Gasca, la ley electoral establece que la licencia es obligatoria solo en los casos de reelección, pero no en el contexto actual, en el que Noboa está finalizando el periodo presidencial iniciado por Guillermo Lasso tras la disolución del Congreso. La decisión de Noboa sobre si pedirá o no licencia para participar en la campaña ha quedado en sus manos, lo que mantiene la incertidumbre sobre su futuro político.
Este punto ha sido un tema central en el debate político ecuatoriano, especialmente entre los legisladores que buscan reelegirse y aquellos que quieren garantizar la estabilidad institucional. El oficialismo, encabezado por el movimiento ADN, ha rechazado la idea de que se obligue a Noboa a tomar licencia, alegando que la oposición busca un «golpe de Estado» al presionar para que Abad asuma la Presidencia.
La tensión política en Ecuador crece en medio de elecciones cruciales
La crisis política en Ecuador se intensifica mientras se acercan las elecciones de febrero de 2025, en las cuales Noboa buscará la reelección. La relación entre el presidente y la vicepresidenta electa, Verónica Abad, se ha deteriorado profundamente en las últimas semanas, especialmente tras la decisión de Noboa de nombrar a Abad como consejera en la Embajada de Ecuador en Turquía. Abad, quien no se presentó en el puesto el 27 de diciembre como estaba previsto, fue luego considerada ausente temporalmente por el gobierno, lo que desató un conflicto que culminó con el nombramiento de Moya y luego de Gellibert como vicepresidentas temporales.
El ambiente político en Ecuador se encuentra altamente polarizado, con cada acción del gobierno y de la oposición siendo interpretada como un movimiento estratégico en la lucha por el poder. La Asamblea Nacional, actualmente dominada por la oposición, podría votar en las próximas horas para determinar si se exige a Noboa tomar licencia de forma obligatoria, lo que podría desencadenar una crisis aún mayor.
¿Qué sigue para Ecuador tras la designación de Gellibert?
Con la designación de Cynthia Gellibert como vicepresidenta temporal y el anuncio de Verónica Abad de asumir la Presidencia, Ecuador enfrenta un panorama incierto. El país se encuentra en un punto crítico, con un gobierno que debe navegar en aguas turbulentas mientras se acercan los comicios de febrero.
Las decisiones tomadas por Noboa, Abad y otros actores políticos marcarán el futuro inmediato de Ecuador. Mientras tanto, el pueblo ecuatoriano sigue observando cómo se desarrollan los acontecimientos, esperando que la estabilidad institucional y el respeto a la voluntad popular prevalezcan en este momento tan delicado.