El presidente de Ecuador y candidato a la reelección, Daniel Noboa, aseguró este martes que, si vence en la segunda vuelta a la candidata correísta Luisa González, promoverá una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución que reemplace la vigente de 2008. Esta carta magna fue promovida durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), el principal referente del correísmo en Ecuador.
La promesa de una nueva Constitución
Durante una entrevista con Radio Candela, de la provincia de El Oro, Noboa afirmó: “Si ganamos, eso va a suceder. Vamos a tener una Constituyente, porque vamos a ganar”. Esta fue la primera vez que el mandatario ecuatoriano hizo esta declaración de manera directa, dejando claro que, si es reelegido para gobernar en el período 2025-2029, convocará a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución de 2008. En ocasiones anteriores, Noboa había hablado de la necesidad de reformas profundas, pero esta es la primera vez que la promesa incluye específicamente la convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente.
El presidente insistió en que es urgente una reforma profunda de la Constitución ecuatoriana. Según Noboa, la situación actual del país requiere cambios sustanciales que fortalezcan la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. “Hoy en día, un criminal tiene más derechos que las personas que hacen las cosas bien”, aseguró el presidente. En este sentido, Noboa expresó que la Constituyente debe ser rápida y eficiente, sin los retrasos que caracterizaron el proceso bajo el gobierno de Correa. “Debe ser algo que se haga rápidamente, con las personas más preparadas para reformar la Constitución”, indicó.

El presidente de Ecuador y candidato a la reelección por el Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa (d), en su cierre de campaña en Guayaquil (Ecuador). EFE/ Carlos Durán Araújo
Críticas a la Constitución de 2008
Al ser consultado sobre si considera que la Constitución de 2008 está obsoleta, Noboa respondió que, en su opinión, tiene “muchísimos errores” que han impedido dar seguridad y tranquilidad a los ciudadanos. Esta crítica resalta la polarización en torno a la Carta Magna, que fue elaborada bajo el gobierno de Correa, quien llegó al poder en 2007 con la promesa de crear una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente. Esta Carta Magna fue aprobada por referéndum en 2008, y aunque fue respaldada por un amplio sector de la población, sigue siendo cuestionada por varios sectores políticos del país.
Desde la aprobación de la Constitución de 2008, el correísmo ha mantenido una fuerte influencia sobre la política ecuatoriana, y muchos de sus principios siguen siendo un tema central de debate. Noboa, por su parte, considera que es necesario un cambio en las reglas fundamentales que rigen el país para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, especialmente en relación con el manejo de la delincuencia y el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Noboa y la guerra contra la criminalidad
Uno de los pilares de la gestión de Noboa ha sido la lucha contra las organizaciones criminales que azotan al país. Durante su tiempo en el poder, el presidente ha declarado la «guerra» a las bandas de delincuentes y ha centrado esfuerzos en reducir la violencia. Además, ha trabajado para equilibrar las cuentas públicas y atraer inversión extranjera, dos áreas que considera cruciales para el futuro de Ecuador.
El mandatario también mencionó que su partido, Acción Democrática Nacional (ADN), ha desplazado a la Revolución Ciudadana (RC) como la principal fuerza política del país. Esta declaración refleja la rivalidad política entre Noboa y Correa, quien sigue siendo una figura influyente dentro del correísmo. Noboa, hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, ha logrado construir una fuerza política que, según él, ha sido capaz de ganar apoyo rápidamente, lo que contrasta con los años que le tomó a Correa consolidar su poder en la Asamblea Nacional.

Fotografía de una imagen del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, este sábado, en un hostal de Olón (Ecuador). EFE/ Carlos Durán Araújo
División política y resultados de las elecciones
Los resultados de las elecciones de 2023 han dejado un país dividido, con un mapa político que refleja la lucha entre el correísmo y las fuerzas anticorreístas lideradas por Noboa. En la primera vuelta, Noboa ganó por un estrecho margen de apenas 19.576 votos, obteniendo el 44,17% de los votos válidos, mientras que González alcanzó el 43,97%. La diferencia en votos es mínima, lo que deja en evidencia la polarización del electorado ecuatoriano.
La incertidumbre también se refleja en la composición de la Asamblea Nacional. A pesar de que las proyecciones iniciales indican una mayoría para la Revolución Ciudadana y Acción Democrática Nacional, todavía no se han proclamado los resultados oficiales. Si bien algunos estiman que la RC obtendría 67 escaños y ADN 66, se requerirán 77 votos para obtener una mayoría absoluta en la Asamblea. Este escenario obligaría a Noboa a buscar acuerdos y consensos para poder llevar a cabo su agenda política, especialmente en lo que respecta a la propuesta de reforma constitucional.