El Gobierno de Ecuador, encabezado por el presidente Daniel Noboa, ha propuesto la entrada temporal de fuerzas especiales internacionales en el país para reforzar la lucha contra el crimen organizado transnacional y la creciente inseguridad. Esta medida ha sido respaldada por la Secretaría Nacional de Comunicación de la Presidencia, que detalló el esfuerzo por coordinar acciones con países aliados para hacer frente a las mafias y organizaciones criminales. El gobierno ecuatoriano subraya la necesidad de actuar conjuntamente con otros países para enfrentar este desafío global.
Inseguridad en Ecuador: un desafío creciente
La inseguridad ha aumentado significativamente en Ecuador en los últimos años, alimentada por el narcotráfico y el crimen organizado transnacional. El presidente Noboa ha señalado la necesidad de fortalecer la cooperación internacional en la lucha contra estos flagelos, pues las mafias operan a través de redes que trascienden las fronteras nacionales. Según el Ejecutivo ecuatoriano, es imprescindible un trabajo conjunto para combatir de manera más efectiva estos grupos criminales, que amenazan la estabilidad del país y la seguridad de los ciudadanos.
Para llevar a cabo esta estrategia, Noboa ha solicitado a la Cancillería ecuatoriana que, respetando los marcos constitucionales, inicie conversaciones con países aliados para establecer acuerdos de cooperación. Este acercamiento buscaría coordinar esfuerzos y reforzar las capacidades locales en la lucha contra la inseguridad. No se ha revelado aún qué naciones serían parte de este acuerdo, pero se espera que los principales aliados de Ecuador en la lucha contra el crimen organizado estén involucrados.
Un miembro de la Infantería de Marina patrulla en el Terminal Portuario de Guayaquil (TPG) en Guayaquil (Ecuador). EFE/ Carlos Durán Araújo
Bases militares extranjeras y reformas constitucionales
Una de las propuestas más controversiales de Noboa ha sido la reforma del artículo 5 de la Constitución de Ecuador, la cual prohíbe la presencia de bases militares extranjeras en el país. En octubre del año pasado, el mandatario envió un proyecto de reforma a la Asamblea Nacional con el objetivo de permitir el establecimiento de bases militares extranjeras, como parte de una respuesta a la creciente violencia derivada del crimen organizado.
Este proyecto de reforma fue recibido con opiniones divididas. Por un lado, el presidente argumenta que el restablecimiento de bases militares extranjeras es esencial para enfrentar el «conflicto armado interno» con el crimen organizado. De aprobarse la reforma, esta tendría que ser ratificada por un referéndum popular, lo que garantizaría que la decisión sea tomada por el pueblo ecuatoriano.
Reacciones políticas y críticas a la propuesta
Sin embargo, la propuesta ha sido ampliamente criticada, especialmente por parte del expresidente Rafael Correa, quien acusó al gobierno de Noboa de ser incapaz de manejar la situación de violencia en el país. Según Correa, la propuesta revela una falta de planificación y de liderazgo por parte del presidente, que recurriría a una medida externa en lugar de fortalecer las instituciones locales. «Ecuador no necesita soldados extranjeros. Lo que necesita es Gobierno», señaló Correa en respuesta a la medida.
Este tipo de medidas en torno a la seguridad se produce en medio de un clima electoral, donde el presidente Noboa se enfrenta a Luisa González en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Los partidos opositores, entre ellos el correísmo, han aprovechado esta situación para criticar la gestión de Noboa, cuestionando la eficacia de sus estrategias de seguridad.
Miembros de la Infantería de Marina suben a un vehículo en el Terminal Portuario de Guayaquil (TPG) en Guayaquil (Ecuador). EFE/ Carlos Durán Araújo
Convenios internacionales en la lucha contra el narcotráfico
A pesar de las críticas, el Gobierno de Noboa ha mantenido una estrecha colaboración con Estados Unidos en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Ecuador y Estados Unidos tienen acuerdos de cooperación, especialmente en el ámbito marítimo, para la interdicción de embarcaciones que transportan drogas hacia Norteamérica y Europa. En varias ocasiones, la Guardia Costera de Estados Unidos ha interceptado estas embarcaciones en aguas internacionales y ha entregado a los detenidos y las drogas a las autoridades ecuatorianas.
Además, ambos países firmaron el año pasado un acuerdo en el que Estados Unidos se comprometió a entregar a Ecuador dos patrulleros de 33,5 metros de eslora, lo que fortalecerá las capacidades del país en el monitoreo de sus costas y la prevención del tráfico de estupefacientes. Estos patrulleros son parte de una colaboración más amplia que incluye el apoyo en la capacitación de las fuerzas de seguridad locales.