Las autoridades chilenas detuvieron este jueves a otras cuatro personas por su presunta responsabilidad en el megaincendio que asoló Valparaíso el pasado febrero, que dejó al menos 137 fallecidos y miles de viviendas destruidas.
La Fiscalía Regional de Valparaíso informó en su cuenta de X que las detenciones tuvieron lugar en dependencias de la Corporación Nacional Forestal, la agencia gubernamental encargada del control de los bosques, a la que estaban “vinculados” tres de los arrestados.
Foto: Agencia Uno
Personas implicadas en el megaincendio de Valparaíso
El ente persecutor detalló que el cuarto detenido es un bombero y que todos estarían implicados en al menos una veintena de otros fuegos.
Hasta ahora había tres personas detenidas por el megaincendio de Valparaíso, entre ellas otro bombero, otro funcionario de Conaf y un trabajador del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), por lo que el saldo total de arrestados asciende a siete.
“Con esto se empieza a configurar lo que se ha denominado el ‘Cartel del Fuego’ porque estas personas no han actuado de manera aislada. Faltaba dar con los mandos medios y esperamos que caigan los cabecillas, los que están en la parte de arriba de esta organización que genera incendios forestales para cobrar horas extras”, dijo a medios locales el abogado Felipe Olea, representante de las familias afectadas en el megaincendio.
Bomberos trabajan para apagar un incendio en Chile, en una fotografía de archivo. EFE/Adriana Thomasa
Chile vivió a principios de febrero la ola de incendios más mortífera de su historia y que se convirtió en la peor tragedia desde el terremoto de 2010.
El fuego empezó el 2 de febrero en la mañana en cuatro focos simultáneos en el Parque Natural del Lago Peñuelas y se propagó rápidamente a los cerros que rodean la ciudad de Viña del Mar, debido a las fuertes rachas de viento y las temperaturas extremas de esos días.
Las llamas también saltaron a las localidades de Quilpué y Villa Alemana, todas ubicadas en Valparaíso, a 100 kilómetros al noroeste de Santiago.
La alta densidad poblacional en terrenos de difícil acceso, sumada a la prolongada sequía en Chile, dificultaron las tareas de extinción.