Costa Rica finalizó 2024 con un total de 880 homicidios, un número alarmante que lo coloca como el segundo año más violento en la historia del país, solo superado por 2023, según los datos preliminares proporcionados por el Poder Judicial. Aunque hubo una ligera disminución en comparación con el año anterior, la cifra sigue siendo preocupante y refleja un desafío persistente en la lucha contra la violencia en la nación centroamericana.
Randall Zúñiga López, director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó en conferencia de prensa que la cifra de homicidios en 2024 representa una reducción del 2,7% respecto al total de 905 homicidios registrados en 2023. Sin embargo, destacó que, a pesar de esta disminución, el número de homicidios sigue siendo históricamente alto.
Homicidios en Costa Rica: una ligera disminución en 2024
El descenso en la cifra de homicidios es un alivio relativo para las autoridades, pero no es suficiente para calmar las preocupaciones sobre el nivel de violencia que afecta al país. En términos de tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes, se registró una caída del índice de 17,2 a 16,6, lo que indica que la violencia en Costa Rica, aunque en descenso, sigue siendo una grave preocupación para la población.
Zúñiga también subrayó que, a pesar de la ligera baja en las cifras, los últimos cuatro meses del año mostraron una tendencia al alza en los homicidios, lo que culminó en diciembre, el mes más violento del año, con 80 muertes violentas registradas.
San José: la provincia más afectada por la violencia
De acuerdo con los datos del OIJ, la provincia de San José fue la más golpeada por los homicidios durante 2024, con un total de 250 muertes violentas. La situación en esta provincia refleja las dificultades que enfrentan las autoridades en su intento de controlar la violencia en el país.
Zúñiga explicó que el aumento de homicidios en San José se debe, en parte, a un cambio de estrategia que llevó a un redireccionamiento de los agentes de la policía hacia otras regiones del país. La violencia en zonas como Limón, Puntarenas, Turrialba y Santa Cruz obligó a los oficiales a trasladarse desde el Área Metropolitana de San José hacia estos puntos, lo que debilitó la capacidad de respuesta en la capital.
«San José fue la provincia que más recursos tuvo que ceder a otras regiones del país para combatir la violencia. Esto afectó nuestra capacidad de enfrentar los homicidios en la ciudad», señaló Zúñiga.
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El origen de los homicidios en Costa Rica
Según los datos preliminares del OIJ, al menos 615 de los 880 homicidios registrados en 2024 estuvieron vinculados a «ajustes de cuentas o venganzas». Este fenómeno refleja la creciente influencia de bandas delictivas en el país, que están involucradas en disputas violentas por el control de territorios, actividades ilegales y la disputa por el narcotráfico.
El crimen organizado sigue siendo uno de los principales impulsores de la violencia en Costa Rica, y las autoridades enfrentan desafíos significativos para desmantelar estas organizaciones y frenar su impacto en las comunidades.
El plan de seguridad del gobierno de Costa Rica
El Gobierno de Costa Rica ha estado tomando medidas para abordar la creciente ola de violencia en los últimos años. En 2023, el presidente Rodrigo Chaves lanzó un plan de seguridad que busca hacer frente a la inseguridad mediante varias estrategias, incluyendo el cambio de horario de trabajo de los agentes de la fuerza pública, un proceso de reclutamiento extraordinario de policías y el uso de fondos decomisados al narcotráfico para financiar la compra de patrullas y equipos de seguridad.
Este plan se centra en la lucha contra las bandas delictivas y el narcotráfico, que son considerados los principales causantes de la violencia en el país. Sin embargo, el aumento de homicidios en 2024 indica que las medidas, aunque importantes, aún no son suficientes para erradicar los problemas de seguridad en Costa Rica.
El impacto de la violencia en la sociedad costarricense
La violencia en Costa Rica ha tenido un profundo impacto en la sociedad costarricense. Las familias afectadas por los homicidios y la criminalidad viven con miedo y ansiedad, especialmente en las áreas más golpeadas por los delitos violentos. Además, la creciente inseguridad ha afectado la economía, ya que los turistas, que son una fuente importante de ingresos para el país, también se sienten inseguros al visitar ciertas regiones.
A nivel de las autoridades, la situación plantea un reto constante. A pesar de los esfuerzos por parte de la policía y otras instituciones del Estado, los recursos para hacer frente a la violencia son limitados. La capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad se ve constantemente desbordada por la magnitud del problema.
El futuro de la seguridad en Costa Rica
Si bien las autoridades costarricenses están comprometidas con la reducción de homicidios y la lucha contra el crimen organizado, el camino hacia la restauración de la seguridad en el país será largo. La tendencia creciente de violencia en los últimos meses de 2024 ha dejado claro que se necesitan cambios estructurales y una mayor inversión en recursos para enfrentar eficazmente la criminalidad.
Las medidas de seguridad anunciadas por el gobierno podrían ser un paso positivo hacia la mejora de la situación, pero también se requiere una mayor colaboración con la comunidad, las organizaciones no gubernamentales y otros sectores para abordar las causas profundas de la violencia. La seguridad ciudadana no solo depende de las acciones policiales, sino también de crear oportunidades para los jóvenes, combatir la pobreza y mejorar el acceso a la educación y a los servicios sociales.
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Homicidios en Costa Rica: un desafío que persiste
En resumen, los 880 homicidios registrados en Costa Rica en 2024 son una clara señal de que el país sigue enfrentando grandes desafíos en materia de seguridad. Aunque hay indicios de una ligera mejora en comparación con 2023, la violencia sigue siendo un problema estructural que afecta tanto a la población como a las autoridades encargadas de velar por la seguridad pública. La lucha contra las bandas delictivas, el narcotráfico y las venganzas personales sigue siendo el eje central de la estrategia del gobierno, pero el éxito de estas medidas dependerá de su implementación efectiva y de la colaboración de todos los sectores de la sociedad costarricense.