La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) está pasando por un momento crítico. Según un comunicado en su página web, miles de empleados de la agencia serán puestos en licencia a partir de este viernes. Se mencionó que, a excepción de aquellos empleados involucrados en «funciones de misión crítica», la mayoría de los trabajadores contratados directamente recibirá la licencia. Esta medida es solo la más reciente de una serie de recortes impuestos por el presidente Donald Trump desde su regreso al cargo el mes pasado.
Recientemente, Elon Musk, quien sin tener cargo oficial en el gobierno se ha involucrado en la reducción de gastos gubernamentales, reveló que Trump había dado su aprobación para cerrar la agencia. A pesar de que USAID opera de manera independiente del gobierno federal, el multimillonario afirmó en declaraciones que el presidente estuvo de acuerdo con la decisión de cerrarla.
USAID y su papel en la política exterior de EEUU
La USAID es fundamental para la política exterior de Estados Unidos, siendo responsable de la administración de la ayuda civil internacional y de los programas de desarrollo que Estados Unidos ofrece a más de 100 países. De hecho, con un presupuesto proyectado de $48.2 mil millones para 2025, USAID representa más de la mitad de la asistencia exterior de Estados Unidos, abordando necesidades en salud, ayuda en desastres y esfuerzos contra la pobreza.
Creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy, la agencia surgió como respuesta a la necesidad de una entidad especializada en la administración de programas de asistencia exterior. Aunque inicialmente dependía de decisiones ejecutivas, la ley aprobada en 1998 por el Congreso de Estados Unidos estableció a la agencia como una entidad independiente, lo que genera incertidumbre sobre los esfuerzos actuales de Trump para poner fin a su funcionamiento.
El conflicto por el acceso a material clasificado en USAID
El fin de semana pasado, dos altos funcionarios de seguridad de USAID fueron puestos bajo licencia tras negarse a permitir el acceso a material clasificado por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado bajo el mandato de Trump y dirigido por Musk. El DOGE no posee la autorización de seguridad necesaria para acceder a dicha información, y ante esta situación, los funcionarios de USAID actuaron conforme a la ley.
A pesar de estos esfuerzos por proteger la información, Musk afirmó públicamente en las redes sociales que USAID es una «organización criminal», y en una entrevista más tarde, insistió en que el cierre de la agencia era inevitable y apoyado por Trump. Según Musk, si una entidad está más allá de la reparación, como una manzana con un gusano dentro, es necesario deshacerse de ella por completo.
Impacto del cierre de USAID en los empleados y sus actividades
A medida que el conflicto se intensifica, los empleados de USAID fueron notificados de que no se les permitiría ingresar a la sede de la agencia en Washington el 3 de febrero. Al mismo tiempo, el logotipo de la agencia fue retirado de su edificio y su sitio web fue reemplazado por una versión más limitada, hospedada en el portal del Departamento de Estado. Además, las cuentas en redes sociales de la agencia fueron desactivadas.
De ser implementado el cierre de USAID, esto marcaría una pérdida significativa para miles de empleados de la agencia y afectaría directamente a los programas de ayuda que se realizan en muchas regiones del mundo, incluyendo América Latina.
¿Puede Trump cerrar USAID por decreto?
Aunque Trump podría realizar ajustes drásticos a la agencia mediante acciones ejecutivas, no tiene la capacidad legal para disolverla sin la intervención del Congreso. Según expertos en temas de seguridad nacional, una ley aprobada en 1998 por el presidente Bill Clinton estableció a USAID como una agencia independiente, lo que significa que solo una nueva legislación aprobada por el Congreso podría eliminarla.
Esto podría generar disputas legales y una supervisión intensa del Congreso, pero se desconoce cuán rápido estos esfuerzos podrían detener el impacto de un posible cierre. Para los programas de USAID y sus empleados, el futuro sigue siendo incierto.
Impacto en América Latina del cierre de USAID
USAID ha sido fundamental para la implementación de proyectos clave en América Latina, desde la lucha contra la corrupción hasta el fortalecimiento de la democracia en varios países de la región. En América Central, la agencia ha ayudado a mejorar la seguridad económica en países como Guatemala, Honduras y El Salvador. En estos lugares, la ayuda de USAID ha sido crucial para reducir la impunidad criminal y para fortalecer las instituciones gubernamentales que luchan contra la corrupción.
En Colombia, USAID ha apoyado los esfuerzos del país para consolidar la paz en áreas afectadas por el conflicto armado, promoviendo la seguridad ciudadana y la reconciliación. De igual manera, en Haití y el Caribe, la agencia ha financiado proyectos para contrarrestar el VIH/SIDA y mejorar la estabilidad política, mientras que en Venezuela, ha respondido a las crisis humanitarias generadas por la migración masiva.
De cerrarse la agencia, los programas de asistencia que USAID financia en estas regiones clave se verían gravemente afectados, lo que podría tener consecuencias desastrosas para las comunidades más vulnerables. La cooperación internacional y los esfuerzos contra la pobreza, el VIH/SIDA, y los conflictos en curso podrían ser drásticamente reducidos, lo que generaría incertidumbre sobre el futuro de la región.
El cierre de USAID no solo afectaría a los países beneficiarios de la ayuda, sino que también tendría un impacto directo en los ciudadanos estadounidenses, quienes financiarían esta asistencia a través de sus impuestos. Las repercusiones del cierre de la agencia se extenderían más allá de las fronteras de Estados Unidos, alterando las dinámicas de cooperación internacional y dejando vacíos en la ayuda humanitaria mundial.