El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha decidido convocar una consulta popular para que los ciudadanos decidan el futuro de las reformas a la salud y laboral, que actualmente están estancadas en el Congreso. La decisión ha encendido el ambiente político en el país, anticipando un ciclo electoral cargado de tensiones para 2026.
Reformas laborales y de salud bajo presión
Petro, frustrado con los obstáculos en el Congreso, anunció en una intervención reciente: «El Gobierno nacional convocará una consulta popular para decidir sobre la reforma laboral y sobre la reforma a la salud en Colombia, para que sea el pueblo el que decida». Esta propuesta ha sido vista por algunos como una jugada electoral, mientras que otros la consideran una medida necesaria ante lo que perciben como un «bloqueo institucional».
Colombia se aproxima a un año electoral clave, con elecciones legislativas previstas para el 8 de marzo de 2026 y presidenciales para el 31 de mayo. La consulta popular, si se realiza, podría ser convocada para julio, lo que se perfila como un terreno de enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una fotografía de archivo. EFE/ Carlos Ortega
Un giro en el camino de las reformas
La consulta popular se hace necesaria luego de que la Comisión Séptima del Senado, que se encarga de temas laborales y de salud, firmara una resolución para archivar la reforma laboral, que ya había sido aprobada por la Cámara de Representantes. Esta decisión ha sido calificada por Petro como una maniobra del «establecimiento», que se opone a las reformas impulsadas por su Gobierno.
Aunque la propuesta de archivar la reforma laboral no es definitiva, ya que se discutirá en el Senado el próximo martes, la postura de Petro ha sido clara: el Gobierno ha optado por la consulta popular como una vía para avanzar.
El debate sobre la consulta popular
El presidente Petro ha expresado su convencimiento de que la consulta popular es el mecanismo más adecuado para superar el bloqueo institucional y permitir que el pueblo tome una decisión directa sobre las reformas. En su opinión, la Comisión Séptima ha intentado socavar la reforma laboral y otras iniciativas del Gobierno, obstruyendo el voto popular y la voluntad democrática.
Por otro lado, el representante Andrés Forero, del partido uribista Centro Democrático, criticó la iniciativa, sugiriendo que el presidente intenta adelantar las elecciones a través de la consulta popular. Según Forero, el Gobierno está buscando imponer su agenda política sin el respaldo legítimo del Congreso.
Fotografía de archivo del presidente de Colombia, Gustavo Petro. EFE/Carlos Ortega
Posturas divididas sobre la reforma
El país se encuentra dividido en cuanto al apoyo o rechazo a las reformas propuestas por Petro. Mientras sectores sindicalistas y algunos grupos sociales respaldan la consulta popular como una forma de fortalecer la democracia y el poder popular, otros sectores, especialmente de la oposición, critican la medida, viéndola como una forma de eludir el Congreso.
La presidenta del Sindicato de Empleados del SENA, Adelaida Murillo, expresó su apoyo a la reforma, destacando que refleja los intereses del pueblo colombiano. En contraste, la organización Pacientes Colombia se ha mostrado en contra de la reforma de la salud, señalando que los cambios propuestos solo han empeorado la calidad de atención y los servicios médicos en el país.
El desafío para el Congreso y la oposición
En el ámbito legislativo, las tensiones entre el Gobierno y la oposición continúan intensificándose. El partido Centro Democrático, encabezado por el expresidente Álvaro Uribe, ha acusado a Petro de tratar de manipular la consulta popular para imponer su agenda sin el debate necesario. La senadora María José Pizarro, por el contrario, defendió la consulta popular como una herramienta legítima de participación ciudadana.
La propuesta de Petro también ha generado opiniones encontradas en el campo político. Para algunos, la consulta es una forma de recobrar el control sobre el destino de las reformas, mientras que para otros, es un intento de socavar la legitimidad del Congreso y de aprovechar su capital electoral de cara a las elecciones de 2026.

Fotografía de archivo del presidente de Colombia, Gustavo Petro. EFE/ Carlos Ortega
¿La consulta popular será válida?
Para que la consulta popular sea válida, deberá contar con la participación de al menos el 30% del total de votantes habilitados en Colombia, es decir, alrededor de 13,6 millones de personas. Si se logra este quórum, la mitad más uno de los votos deberá ser favorable a las preguntas planteadas por el Gobierno para que las reformas sean aprobadas.
Sin embargo, el proceso enfrenta varios obstáculos. A medida que se acerca la fecha de la consulta popular, la oposición continúa movilizándose en contra de las reformas, mientras que el Gobierno se prepara para defender su propuesta como un mandato del pueblo.