La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó este lunes a 22 personas que había secuestrado hace 45 días en la conflictiva región del Catatumbo, en el noreste de Colombia. La liberación de estas personas se produce en un contexto de intensos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias del Frente 33 de las FARC, que disputan el control de este territorio clave para el narcotráfico.
Liberación de los secuestrados por el ELN en el Catatumbo
Este lunes, la Defensoría del Pueblo de Colombia informó sobre la liberación de las 22 personas que habían estado secuestradas por el ELN en la región del Catatumbo. Según el comunicado oficial, las víctimas del secuestro fueron entregadas a una comisión humanitaria conformada por la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, la Iglesia Católica y la misma Defensoría del Pueblo.
Entre los liberados se encuentran tres menores de edad, dos firmantes del acuerdo de paz y 17 civiles. La liberación tuvo lugar después de 45 días de cautiverio, y las personas secuestradas ya están reunidas con sus familias. Este hecho ha sido una señal positiva en medio de la violencia que azota la región, aunque el conflicto no ha terminado y persisten los riesgos para la población.
Fotografía de archivo de un muro de una casa marcada con un grafiti del grupo guerrillero del ELN. EFE/ Mario Caicedo
La ofensiva del ELN en el Catatumbo y su impacto en la población
La situación en el Catatumbo se agravó a partir del 16 de enero, cuando el ELN lanzó una ofensiva contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC. Este enfrentamiento se debe a la disputa por el control territorial y las rutas del narcotráfico en esta zona del noreste de Colombia. Los combates han dejado al menos 71 muertos y más de 54,000 personas desplazadas, lo que evidencia la magnitud de la crisis humanitaria.
La situación de los firmantes de paz y excombatientes del ELN
Además de las víctimas civiles, el conflicto ha afectado gravemente a los firmantes del acuerdo de paz. El ELN ha acusado a varios excombatientes de ser miembros del Frente 33 de las disidencias de las FARC, lo que ha llevado a la desaparición de siete de ellos. De esos siete excombatientes, seis fueron asesinados, lo que genera una creciente preocupación por la seguridad de quienes optaron por la paz.
La defensoría del pueblo ha insistido en que la crisis en el Catatumbo es una de las más graves que ha vivido el país en años, dado el número de desplazados y las consecuencias para los firmantes de paz y la población en general. En este sentido, la situación aún está lejos de resolverse, a pesar de los esfuerzos de intervención en la región.
Una mujer desplazada por la violencia sostiene un cartel en el estadio General Santander en Cúcuta (Colombia). EFE/ Mario Caicedo
La crisis humanitaria en el Catatumbo y la respuesta del gobierno
Iris Marín, defensora del pueblo, afirmó recientemente en una entrevista con EFE que la crisis en el Catatumbo sigue siendo crítica, aunque la situación se ha estabilizado en algunos aspectos. “Es una situación que se volvió estable, pero no está resuelta”, señaló Marín, quien subrayó los esfuerzos del Ministerio de Defensa para controlar el territorio mediante una intervención por fases.
Marín destacó que la magnitud de este desplazamiento forzado no tiene precedentes en la historia reciente de Colombia. En 2009, el país había registrado el mayor desplazamiento forzado masivo, con aproximadamente 11,000 personas desplazadas. Sin embargo, la crisis actual ha superado esas cifras, con más de 54,000 personas desplazadas en lo que va del conflicto.
La intervención del gobierno en el Catatumbo
El Ministerio de Defensa colombiano ha anunciado que se tomará el control del territorio en fases, como parte de su estrategia para abordar la emergencia humanitaria y garantizar la seguridad en la región. Sin embargo, los esfuerzos de intervención han sido insuficientes para poner fin a la violencia y el desplazamiento masivo de personas.