La grave crisis de seguridad en la región de Catatumbo, ubicada en el noreste de Colombia, ha generado un escenario alarmante. En tan solo cinco días, más de 20.000 personas han sido desplazadas forzosamente, mientras que los enfrentamientos entre grupos armados han dejado cerca de 80 muertos, según las autoridades locales.
Desplazamiento forzado en Catatumbo
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, ha confirmado que más de 20.000 personas han huido de sus hogares en las zonas más afectadas por los enfrentamientos, buscando refugio en ciudades cercanas como la mencionada Cúcuta y Ocaña. Acevedo ha declarado que este desplazamiento forzado ha alcanzado niveles alarmantes, lo que genera una tragedia humanitaria que requiere atención inmediata.
En una entrevista con Blu Radio, el alcalde relató cómo las miles de personas desplazadas llegan a Cúcuta «con miedo, hambre y muchas necesidades», lo que ha desbordado la capacidad de las instalaciones locales. Los municipios más afectados por la violencia, como Tibú, El Tarra y Teorama, han sido escenarios de intensos combates entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Frente 33 de las FARC, que han dejado un saldo de al menos 80 muertos.
La situación humanitaria en Catatumbo y las posibilidades de retorno
El alcalde Acevedo ha destacado la voluntad de los habitantes de Catatumbo de regresar a sus hogares, pero enfatizó que solo lo harán cuando haya condiciones de paz y seguridad. Según él, este momento podría representar una oportunidad para que el Estado recupere el control de la región. La crisis de seguridad en Catatumbo ha evidenciado la necesidad urgente de una intervención estatal para restablecer el orden y proteger a la población.
Este territorio, que hace frontera con Venezuela, ha sido históricamente controlado por el ELN, aunque el incremento de las disidencias del Frente 33 de las FARC ha generado nuevos enfrentamientos y ha escalado la violencia en la zona. Catatumbo es una región de gran valor estratégico, ya que posee recursos minerales y condiciones ideales para el cultivo de coca, lo que la convierte en un lugar de interés para los grupos armados colombianos.
Investigaciones sobre desapariciones y masacres en Catatumbo
La Fiscalía General de Colombia ha abierto varias investigaciones relacionadas con los desplazamientos forzados, las desapariciones de personas y el asesinato de líderes sociales que se acogieron a los procesos de paz. Entre los hechos más graves, se encuentra la masacre de la familia López, que se considera uno de los detonantes de los intensos enfrentamientos entre los grupos armados.
Según informes de Inteligencia a los que ha tenido acceso la prensa colombiana, Miguel Ángel López, quien trabajaba en una funeraria en Tibú, se convirtió en un blanco para los grupos armados que operan en el municipio. López recibía amenazas debido a su labor de recoger, preparar y enterrar a las víctimas, tanto de un bando como del otro, lo que lo convirtió en un objetivo para ambos grupos.
Suspensión de las conversaciones de paz con el ELN
El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el pasado viernes la suspensión de las conversaciones de paz con el ELN, ante el aumento de la violencia en la región de Catatumbo y otros sectores del país. En un mensaje contundente, Petro señaló que el ELN había optado por la guerra y aseguró que el Estado respondería con todas las estructuras constitucionales disponibles.
«El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá. Las armas de la nación están con el pueblo», manifestó el presidente, quien se comprometió a utilizar todos los recursos del Estado para enfrentar a los grupos armados ilegales en el país.