El ministro chileno de Economía, Nicolás Grau, llamó hoy a evitar que el cierre de la siderúrgica de Huachipato implique la quiebra de otras empresas proveedoras y contratistas en la sureña región del Biobío.
“Hay que romper la cadena y que no se nos genere justamente un efecto dominó”, dijo Grau en un encuentro en la sede del Sindicato Petrox con firmas que realizan mantención, o proveen electricidad, transporte y otros servicios para la acerera.
El 7 de agosto último, la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), propiedad de Huachipato, anunció su cierre definitivo, lo cual dejará cesantes a unos dos mil 500 trabajadores y podría afectar también a otros 20 mil empleos indirectos.
Según explicó el ministro, la clausura de Huachipato no se puede evitar porque fue una decisión de la CAP, pero sí se puede impedir, con un buen trabajo con los contratistas y el diseño de políticas públicas, que otros deban cerrar.
Advirtió que no solo se pierden empleos, sino también un conocimiento acumulado de gran valor.
Héctor Medina, presidente del sindicato 1 de Huachipato, llamó a reactivar proyectos que están estancados porque es la única forma de evitar la cesantía.
La clausura de la siderúrgica, luego de más de 70 años de funcionamiento, es considerada como un duro golpe para la región industrial del Biobío.
La CAP decidió desmantelarla a pesar de que el Gobierno accedió a una demanda de aprobar sobretasas al acero chino para compensar una supuesta competencia desleal.
Su quiebre confirmó las tesis de analistas que vinculaban los problemas en la planta a ineficiencias y dificultades administrativas y no a un eventual dumping.